El Frente para la Victoria impulsará el próximo miércoles una sesión especial en Diputados para buscar la media sanción del Presupuesto 2011 y acelerar los tiempos para que la iniciativa sea tratada en el Senado antes de fin de mes. Por su parte, la oposición que integra el Grupo A (UCR, PRO, Peronismo Federal, Coalición Cívica y GEN) presentó ayer un dictamen unificado con proyecciones económicas muy distintas de las del oficialismo: arriesga que la inflación de 2011 será de 25 por ciento –contra el 8,9 por ciento del proyecto del Ejecutivo– y que el crecimiento del PIB llegará a 6 por ciento –contra 4,3 del Gobierno–. Además, la oposición no contempla el uso de reservas del BCRA para el pago de vencimientos de la deuda y fija una partida de 35.000 millones de pesos para el 82 por ciento móvil para las jubilaciones mínimas, iniciativa que ya fue vetada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Los socialistas, finalmente, no acompañaron ningún dictamen, ni el del oficialismo ni el del Grupo A. En ese partido analizan acompañar el proyecto del Ejecutivo en la votación en general y marcar sus diferencias en la votación del articulado. Por su parte, Proyecto Sur firmó su propio dictamen, donde también se establece el 82 por ciento móvil.

El titular de la Comisión de Presupuesto, Gustavo Marconato, estuvo ayer todo el día con el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, analizando el Presupuesto con la mira puesta en la sesión del próximo miércoles y en la propuesta del Grupo A. “La iniciativa opositora atenta contra la gobernabilidad”, indicaron a Página/12 fuentes del bloque oficialista. Por eso, en el recinto privilegiarán la discusión política antes que llegar a un posible acuerdo con la oposición.

En este sentido, el Grupo A se ha mostrado zigzagueante en torno del Presupuesto. Hace dos semanas, la UCR manifestó en conferencia de prensa que no le impedirían al Gobierno “tener su presupuesto”, aunque fijarían mayores pautas de control y “corregirían” algunas variables macroeconómicas. Incluso, se mostraban a favor del uso de reservas para el pago de deuda, un tema central para el Ejecutivo. Sin embargo, el dictamen presentado ayer junto al Peronismo Federal, la CC y el PRO deja afuera las reservas y quita programas relacionados con el gasoducto del NOA-NEA, el sostenimiento de Aerolíneas Argentinas y obras consideradas prioritarias por el Gobierno.

“Es un presupuesto totalmente nuevo. Nosotros pensábamos que no iban a ir por tanto. Estas batallas no se ganan con el número, ya que somos minoría. Por eso debemos argumentar desde la política para dejar en claro que el Grupo A no quiere que el Gobierno tenga su presupuesto”, manifestaron a este diario desde el FpV.

El dictamen del Grupo A estipula un incremento de los recursos de 37.000 millones de pesos por sobre la proyección del Ejecutivo. Esos fondos se utilizarían para el 82 por ciento móvil casi en su totalidad. En cambio, el proyecto de Claudio Lozano fija una mayor masa de recursos, casi 100.000 millones de pesos más, ya que contempla una reforma tributaria y la restitución de los aportes patronales, más las variaciones en la recaudación producto de los cambios en las variables macroeconómicas. “Es poco riguroso discutir como plan de un gobierno iniciativas que tienen cálculos de recursos tan disímiles”, agregaron a este diario desde el oficialismo.

Por su parte, el bloque que lidera Margarita Stolbizer –GEN– acompañó el dictamen del Grupo A, pero con disidencia parcial. De todas maneras, Horacio Alcuaz, también del GEN, indicó a este diario que en el recinto acompañarán la iniciativa del Grupo A. Y Miguel Angel Giubergia (UCR), vicepresidente de la Comisión de Presupuesto, indicó que su fuerza “rechazará por completo la propuesta del Ejecutivo”. La sesión especial que se está planeando para el próximo miércoles promete ser de alto contenido político.