Al revés de lo que suele ser costumbre, esta vez la Administración Federal de Ingresos Públicos se vio obligada a encontrarle explicaciones a una suba en la recaudación impositiva muy superior a la esperada. Y justo en el mes en el que la baja de dos puntos en el IVA “pegó de lleno” en la recaudación. “Se está consolidando un mayor nivel de actividad”, se apuró en precisar el titular de la AFIP, Alberto Abad, con los datos de ingresos de enero en la mano que dejaron en las arcas fiscales 5599,7 millones de pesos y un aumento del 64,2 por ciento sobre los resultados del primer mes del año pasado. El funcionario, en cambio, evitó comentar la decisión de Economía que, ante la necesidad de definir la negociación con el FMI, decidió volver el IVA al 21 por ciento y si, desde su criterio, entiende que es posible que se vuelva a fijar en el 19. “Creo que todavía no”.
El buen comportamiento en IVA, Ganancias, derechos de exportación y en el impuesto a los débitos y créditos bancarios le dio forma al resultado de enero. “Venimos haciendo un seguimiento del EMI (estimador medio industrial) y de la construcción y hemos verificado que la recaudación se está moviendo en línea con el resultado positivo de sectores clave con respecto a doce meses atrás”, indicó Abad al evaluar las razones del nivel record de recaudación de enero. En particular en el gravamen al Valor Agregado, los 1686,4 millones recaudados representan una suba del 67 por ciento sobre el año pasado.
“Es el primer mes en el que el impacto de la rebaja (del IVA) pegó de lleno”, señaló Abad, quien sin embargo no se atrevió a señalar si el resultado no hacía aconsejable seguir con el descuento en la tasa. “Creo que todavía no, pero habrá que seguir viendo si esta tendencia (de recuperación de la recaudación) que se va perfilando se consolida; en la medida en que haya una respuesta adecuada a las necesidades, se puede ver”, sostuvo. Roberto Lavagna dispuso la reducción del IVA por 60 días, hasta el 15 de enero, pero ante la presión del FMI para garantizar el cumplimiento de la meta de recaudación fiscal, debió dejar de lado la posibilidad de extender la medida. La excusa que dio entonces el ministro es que todavía no existía una evaluación de los resultados.
Abad destacó además que por derechos a la exportación se recaudaron 670 millones de pesos y por el impuesto a las transferencias bancarias se obtuvieron 515 millones en enero. Ambos tributos están estrecha y directamente relacionados con el ciclo económico. Los derechos fueron impuestos unos meses después de la devaluación y recaudan más cuanto más se exporta; el impuesto bancario, al igual que el IVA, crece en forma proporcional al nivel de actividad. Otro impuesto que le brindó una alegría a la Tesorería en enero fue Ganancias, cuyos ingresos (1095 millones) fueron 76 por ciento superiores a los del mismo mes de 2002.
Sólo por impuestos, la AFIP obtuvo en enero 4594,3 millones de pesos, 72,6 por ciento más que un año atrás. Los restantes 1005,4 millones corresponden a cargas previsionales, que aumentaron pero sólo un 34,3 por ciento con respecto al año pasado: es decir, algunos puntos por debajo de la inflación minorista.
Abad también se atribuyó parte del mérito por la mejora en la recaudación. “La sensación de riesgo que estamos generando en el evasor, por la campaña de inspecciones y verificaciones, está rindiendo resultados”, dijo el administrador de Ingresos Públicos. “Además, como telón de fondo, la estabilidad de precios e inclusive el retroceso del dólar reduce el atractivo por dejar de pagar los impuestos”, agregó.
Con todo, en el Palacio de Hacienda aún hay sensación de asombro por los resultados de enero. “Es sorprendente la actitud del contribuyente, que ‘voluntariamente’ le paga a la DGI 5600 millones de pesos en medio de esta situación”, comentan. Por eso, prefieren no confiarse ni dar por ganada la batalla por conseguir los exigentes resultados comprometidos con el FMI.Con la experiencia acumulada, saben que no conviene anticiparse a proclamar que “la casa está en orden”.