El ministro de Economía, Amado Boudou, confirmó ayer que el nuevo índice de precios a nivel nacional, que prepara el Indec con el asesoramiento del Fondo Monetario Internacional, reemplazará al actual IPC que alcanza actualmente a Capital Federal y Gran Buenos Aires. Los dichos de Boudou confirman lo adelantado por fuentes del FMI. Sin embargo, en el Indec afirman lo contrario. Por otro lado, el ministro adelantó que la comitiva argentina reiterará en la Asamblea conjunta del FMI-Banco Mundial de este fin de semana los mismos planteos que elevó en febrero último en la reunión de ministros de Economía y Finanzas del G-20.

Anteayer concluyó la segunda misión técnica del Fondo que contempló un relevamiento por los organismos estadísticos de Mendoza, Santa Fe, Córdoba y Jujuy. El equipo económico, encabezado por Boudou, saldrá esta noche con rumbo a Washington para participar de la reunión anual de primavera (boreal) del Fondo Monetario y el Banco Mundial. De hecho, se espera que el G-20 presente una propuesta unificada. En particular, la posición argentina será en rechazo a la iniciativa francesa de regular los precios de los commodities. La oposición a este tipo de regulación es compartida también por Estados Unidos y Canadá, entre otros.

Sarkozy había planteado hace algunas semanas la necesidad de regular los precios de los commodities, para evitar burbuja especulativa en ese mercado, y ubicó al tema como una cuestión de “seguridad alimentaria” mundial. Boudou aseguró que “el discurso de que el alza en el precio de los commodities es el que causa el hambre es falaz, porque antes de que subiesen ya había pobreza”.

Las políticas macroprudenciales serán el otro foco de discusión, en especial a partir de las recetas que los organismos multilaterales imponen a países con crisis, como el caso de Portugal. “Argentina está claramente en contra de las recetas únicas”, insistió Boudou. El ministro aseguró también que habrá reuniones bilaterales con varios de sus pares y no descartó la posibilidad de que algunos tengan como eje la negociación que lleva adelante Economía con el Club de París por el pago de los casi 9000 millones de dólares que el Estado argentino reconoce de deuda.