Un indicador claro de la adhesión del presidente de la Unión Industrial Argentina, Héctor Massuh, a las propuestas de Ricardo López Murphy surge de los elogios que el primero prodigó ayer al segundo: “En la UIA se reconocen por unanimidad su honestidad, su convicción democrática y republicana, y su patriotismo”. Así se expresó el empresario papelero después de que la cúpula fabril almorzara con el candidato presidencial del Movimiento Federal Recrear. Quedó así claro lo mal que cayó que el economista de FIEL se despachara contra el dólar alto, abogando por una flotación cambiaria limpia, sin compras del Banco Central para sostener el tipo de cambio. Esto dicho ante industriales que ganan con el negocio de exportar o de sustituir importaciones, corriendo con la ventaja de un peso subvaluado, que el ex ministro de Defensa de la Alianza menospreció como una “solución artificial”. Solución, además, a la que no fue ajeno el anterior titular de la UIA y ex ministro de la Producción, José Ignacio de Mendiguren.
Massuh diría luego que tuvieron “mayores o menores coincidencias” con la propuesta del invitado, con quien compartieron la mesa Alberto Alvarez Gaiani (Copal), Cristiano Ratazzi (Fiat), Federico Nicholson (Ledesma), Hugo D’Alessandro (Arcor), Javier González Fraga (La Salamandra) y Osvaldo Rial, entre otros. Uno de los comensales opinó que López Murphy “en unos meses se convirtió de un economista inaccesible para la gente en un político de primera línea”. Lo que mejor cayó entre los dueños de casa fue el énfasis que el huésped puso en la seguridad jurídica, el mantenimiento de las reglas de juego, el ajuste fiscal y el fomento de la inversión privada.