El índice de pobreza se ubicó al cierre del primer semestre en 8,3 por ciento, una caída de 3,7 puntos porcentuales frente al mismo período del año pasado, según los datos del Indec. Ese nivel implica que afectó a más de dos millones de personas. En tanto, la tasa de indigencia fue de 2,4 por ciento, que representa casi 600 mil personas. Algunas consultoras privadas, que utilizan metodologías que han sido cuestionadas por el Ministerio de Economía, aseguran que la pobreza está por encima del 20 por ciento, un valor muy por encima del que admite el Indec.

La región que presentó mayor nivel de pobreza en los primeros seis meses del año fue el Nordeste, con el 14,4 por ciento. Sin embargo, ese valor representa una sensible caída frente al 21,8 en que se ubicó el año pasado. El aglomerado más pobre fue Gran Resistencia, con el 18 por ciento de las personas. En cambio, la región con menor proporción de pobreza fue la Patagonia, con el 5,6 por ciento. El menor nivel lo mostró Río Gallegos, con el 1,7 por ciento. En los diversos partidos del Gran Buenos Aires la pobreza afectó al 10 por ciento de las personas, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires, al 2,1 por ciento.

Para medir pobreza e indigencia, el Indec contrasta el ingreso de las personas con la Canasta Básica Total (CBT) y la Canasta Básica Alimentaria (CBA). Según el organismo de estadísticas, la CBT se ubicó en junio pasado en 1347,33 pesos para una familia de cuatro miembros. Ese dinero les permitiría acceder a alimento, vivienda y algunos servicios básicos. En tanto, la CBA (que está compuesta sólo por artículos imprescindibles para una alimentación sana) fue de 609,56 pesos para el mismo grupo familiar. Estas cifras generan una gran polémica y surgen de la medición de precios del Indec.

En el caso de la indigencia, el mayor valor también se registró en el Nordeste, con el 3,1 por ciento de las personas. La caída frente al nivel del mismo período de 2010 es dramática: un año atrás estaba en 6,4 por ciento, más del doble. Ese resultado podría deberse a la ampliación en la cobertura de la Asignación Universal por Hijo. De modo similar, en Gran Resistencia la indigencia bajó de 8,4 a 4,8 por ciento. En la región pampeana la indigencia llegó a 2,8 por ciento, también con una fuerte caída frente al año pasado.