Cuando Cristina Fernández de Kirchner asumió su segundo mandato, el pasado 10 de diciembre, la tonelada de soja cotizaba a 408 dólares en Chicago. Luego de haber alcanzado un pico de 533 dólares a fines de agosto de ese año, el precio de la oleaginosa empezó a retroceder y fueron varios los analistas que pronosticaron un futuro sombrío para el país. “Es muy difícil de tolerar y comprender que continuemos con retenciones altas”, sostuvo el presidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, el 10 de enero. Los ruralistas decían que la baja del precio, combinada con una sequía que entonces preveían como apocalíptica, dejaría al campo en una situación crítica. Sin embargo, nada de eso ocurrió. Las lluvias de febrero trajeron alivio a los productores y la cotización de la soja va a camino a un nuevo récord. El viernes cerró a 515 dólares la tonelada, luego de haber tocado un techo de 520 dólares.

El viernes la oleaginosa registró una suba diaria de 17 dólares y la racha positiva también incluyó al trigo, que ganó 17 dólares y terminó el día en 242 dólares; y al maíz, que trepó 15,7 dólares y finalizó marzo a 253,5 dólares. En el mercado de Rosario, la soja alcanzó el valor récord de 1480 pesos por tonelada, 40 pesos más que la jornada anterior, en una clara tendencia alcista incentivada por un informe elaborado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Usda). Los datos contenidos en los reportes sobre existencias de granos al 1° de marzo y sobre las perspectivas de siembras en el ciclo 2012/2013 se ubicaron por debajo de los pronósticos previos.

A nivel local se sumó como factor alcista el reajuste en las estimaciones de cosecha de soja en Argentina, donde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyecta 45 millones de toneladas, 1,2 millón menos que en el informe de la semana anterior. Ante una perspectiva de menor producción, la industria aceitera buscó asegurarse el abastecimiento de la oleaginosa y llegó a pagar 340 dólares por la entrega del grano a partir de mayo, 15 dólares más que hace diez días. En este escenario de menor oferta mundial, debido a la sequía en Argentina y Brasil, China incrementará sus compras. El gigante asiático importaría alrededor de 57 millones de toneladas de la oleaginosa en el ciclo que cierra el 30 de septiembre, con un alza de 8,9 por ciento frente al año anterior. A raíz de ello, la relación stock-consumo de la oleaginosa seguirá siendo exigua, lo que hace prever que la tendencia alcista continúe. En este contexto, la soja a 480 dólares promedio que pronosticó el Ejecutivo en el Presupuesto parece estar mucho más cerca de la realidad que las previsiones apocalípticas de la Mesa de Enlace.