El titular de Repsol, Antonio Brufau, llegaría hoy al país para intentar encontrarle una salida al conflicto que la empresa mantiene con el Gobierno por el control de YPF, donde los españoles tienen el 57,4 por ciento de las acciones. El catalán le comunicó el viernes a su equipo que tenía previsto desembarcar hoy en Buenos Aires, pero en YPF no dieron por confirmado el arribo. Tampoco se informó qué reuniones tiene previstas, pero se descarta que, en caso de llegar, se reúna una vez más con el ministro de Planificación, Julio De Vido, y su par de Economía, Hernán Lorenzino.

El Gobierno intimó a la compañía en enero para que incremente sus inversiones y, al no obtener un compromiso sobre ese punto, redobló la presión por diversos flancos hasta ponerla prácticamente contra las cuerdas. Las quitas de concesiones que vienen realizando las provincias y los rumores sobre una inminente estatización o intervención de la compañía impactaron de lleno en la cotización de las acciones de la firma que se derrumbaron en Wall Street un 45,3 por ciento desde el 23 de enero.

Brufau viajó al país al menos un par de veces este año para negociar, e incluso logró que el gobierno español interviniera en el conflicto a través del ministro de Industria de ese país, José Manuel Soria, pero las gestiones fracasaron. Repsol incluso decidió no girar utilidades al exterior y capitalizar su filial argentina el pasado 21 de marzo, pero el Gobierno consideró insuficiente lo hecho porque no incrementó su plan de inversiones para este año. Desde entonces, el oficialismo mantuvo la presión y Repsol manifestó, al menos públicamente, una pasividad alarmante, sobre todo frente a destrucción de su valor bursátil.

Si Repsol no reacciona de alguna manera, la acción podría seguir barranca abajo esta semana, pues está previsto que los gobernadores efectivicen la quita de algunas concesiones con las que amenazaron la semana pasada. El sábado 31 de marzo, el gobernador de Chubut, Martín Buzzi, afirmó que le quitará la concesión del área Manantiales Behr, donde la compañía concentra un 9,6 por ciento de su producción, y el miércoles pasado el gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, metió más presión al anunciar que revertirá las concesiones de Los Perales-Las Mesetas (8,3 por ciento de la producción nacional de petróleo de YPF), Pico Truncado-El Cordón (3,1 por ciento) y Cañadón Vasco (un área más pequeña que le aporta a la firma el 0,7 por ciento). Si esta semana se confirma ese escenario, la firma habrá perdido el 27,7 por ciento de su producción petrolera en el país y le quedarían apenas diez áreas con una producción de petróleo mayor a los 800 metros cúbicos por día.