El ministro de Industria brasileño, Fernando Pimentel, afirmó ayer al diario Estado de San Pablo que intentarán mantener el dólar en torno de 1,80 real. “No es ninguna maravilla, pero es razonable, no diría que es un nuevo nivel, pero vamos a intentar mantener la tasa de cambio en ese lugar”, dijo el funcionario de Dilma Rousseff. El ministro admitió que para los exportadores es difícil trabajar con el dólar en 1,8 o más bajo, como estuvo el año pasado, que rozó el 1,50 real. “El precio en dólares es bueno para viajar, pero si voy a exportar es muy malo. Como no vamos a administrar el cambio, entonces damos incentivos por otro lado, como hacemos ahora”, agregó. El gobierno presentó un plan de 32.000 millones de dólares en incentivos fiscales, reducción de aportes patronales y créditos blandos a la industria afectada por la importación.