La construcción cayó en mayo 8,8 por ciento y en lo que va del año acumula un retroceso de 0,7 por ciento, en ambos casos con respecto a iguales períodos del año pasado. Es la mayor baja porcentual que registra la actividad desde noviembre de 2002 cuando el país estaba en plena crisis económica, aunque en esta oportunidad la caída se produce desde un piso más alto debido a una década de crecimiento prácticamente ininterrumpido. Los analistas afirman que el sector venía siendo dinamizado fundamentalmente por los segmentos de mayor poder adquisitivo, los cuales retrajeron el gasto por la mayor incertidumbre que genera el control de cambios y la crisis internacional. Además, las restricciones a las importaciones impactan en la finalización de obras destinadas a ese segmento ABC1. La recuperación podría llegar de la mano de los créditos para construcción de vivienda que anunció el Gobierno.

El sector de la construcción ha sido una de las principales alternativas de inversión durante los últimos años en un escenario con tasas de interés bajas y una devaluación menor a la inflación. Los despachos de cemento crecieron un 130 por ciento entre 2003 y 2011, de 1.500.000 a 3.500.000 toneladas, y los puestos registrados pasaron de 193 mil en 2004 a 437 mil en el último trimestre de 2011. Sin embargo, desde fines del año pasado el sector experimentó una desaceleración que se agudizó en los últimos meses.

El control de la compra de divisas frenó el mercado de compraventa de inmuebles usados porque esas operaciones se encuentran dolarizadas. En el caso de las obras nuevas, los analistas afirman que el control de cambios no influye de manera significativa porque todos los costos, salvo el terreno, están nominados en moneda local. Sin embargo, la implementación de esas restricciones a la compra de divisas fue interpretada por varios analistas como un síntoma de una situación delicada, en sintonía con la crisis internacional, entonces los inversores de mayor poder adquisitivo, que concentran el excedente, retrajeron el gasto hasta tener más precisiones sobre cómo evolucionan las cosas.

También influyó la restricción a las importaciones que viene aplicando el Gobierno para preservar el superávit comercial. Un informe reciente de la consultora Abeceb.com detalló que esa medida impactó sobre la finalización de las obras, ya que en muchos casos su terminación necesita de insumos importados. De hecho, el segmento ABC1 (con mayor poder adquisitivo) es aquel que tracciona la actividad, y el que a su vez demanda una mayor cantidad de materiales importados para la construcción de viviendas.

Las expectativas de recuperación están centradas ahora en el plan de construcción de viviendas que lanzó el gobierno nacional. El objetivo oficial es entregar 100.000 créditos en un año y medio con montos que varían entre 200.000 y 350.000 pesos a una tasa fija que oscila entre el 2 y 14 por ciento en los primeros cinco años. Si se toman como referencia los 100.000 créditos por el monto de 200.000 pesos cada uno, Argentina podría llegar a incrementar hasta un 50 por ciento la participación de los préstamos hipotecarios en relación con su PBI. Ahora, si se considera el valor máximo de 350.000 pesos, la representación de los créditos hipotecarios llegaría hacia fines de 2013 al 2 por ciento del PBI, lo que implicaría aumentar en un ciento por ciento su incidencia actual.