“Más allá de la situación de la actividad este año, el crecimiento exponencial de la construcción desde 2003 fue una de las claves de este proyecto político”, señaló ayer la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, en el cierre de la Convención de la Cámara de la Construcción (CAC). “Si el crecimiento económico no hubiera sido acompañado por una inversión pública muy fuerte en materia energética, no habría sido posible. Recuerdo como en los ’80 había prolijos cortes de luz seis horas por día en verano, y el país encima tenía crecimiento negativo”, agregó. Enrique Wagner, titular de la CAC, entidad que agrupa a las empresas del sector, destacó que la actividad muestra “el ciclo de crecimiento más importante de su historia” y valoró la sanción de la ley de ART, “una ley corta” que solucionó muchos inconvenientes, pero que necesitaba de una ley adicional que contemplara el capítulo de prevenciones.

En su discurso, la Presidenta también se refirió a las advertencias de la Reserva Federal de Estados Unidos al juez Thomas Griesa, en relación a la demanda de los fondos buitre contra la Argentina. “Mi hipótesis es que los buitres compraron un instrumento financiero que se llama Credit Default Swap, una suerte de timba financiera internacional, y apuestan a que las calificadoras digan que hay un default técnico para cobrar grandes sumas de dinero”, subrayó la mandataria.

La actividad de la construcción muestra una caída anual del 2 por ciento y no llegaría a fin de año a recomponer el nivel de 2011, estiman en el sector privado, a causa de la crisis internacional y la retracción motivada por la restricción a la compra de divisas para atesoramiento. Las perspectivas para 2013 son mejores, en función del reacomodamiento del sector a las nuevas condiciones del mercado cambiario, las viviendas del Pro.Cre.Ar y la obra pública. La construcción pasó de representar un 3,3 por ciento del PIB en 2003 al 5,4 por ciento en la actualidad, con la creación de 300 mil puestos de trabajo. “Si vos sos de la Uocra tenes que venir, con Cristina hasta morir”, cantaron como bienvenida los trabajadores del gremio, en el hotel céntrico donde tuvo lugar el evento.

El indicador que más preocupa al Gobierno es la actual caída del 6 por ciento en el empleo en la construcción, que afecta a 27 mil trabajadores de baja calificación. “Estamos aplicando la misma receta de 2009, entendiendo que la obra pública es una herramienta de política económica contracíclica”, señaló el secretario de Obras Públicas, José López. Describió que la inversión pública en la construcción muestra un avance del 30 por ciento en relación a 2011. Sin embargo, fuentes oficiales y del sector privado advierten que en el primer semestre la ejecución de la obra pública registró cierto retraso que impactó en la actividad. La situación estaría recompuesta y recientemente se lanzó el plan “Más Cerca” que es de “acción inmediata”, describió López. Consiste en obra pública de baja magnitud con impacto rápido en las economías regionales.

Uno de los temas centrales en el debate alrededor del sector en los últimos meses fue la restricción a la compra de divisas para atesoramiento que introdujo el Banco Central. El costo de la construcción está mayormente valuado en pesos –salvo el valor de la tierra, en algunos casos–, lo que permitió que los nuevos desarrollos se vendan sin mayores problemas en moneda local. Sin embargo, la “pesificación” afectó mucho al mercado inmobiliario. El incentivo a vender y recibir pesos es bajo, lo que contrajo la demanda en general, la actividad y el empleo en la construcción. Este tema formó parte de las presentaciones de Enrique Wagner, titular de la CAC, Gerardo Martínez, de la Uocra, y Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gabinete porteño, quienes estuvieron junto a López en el panel de apertura.

“Las nuevas disposiciones del BCRA afectaron al mercado inmobiliario y a la construcción”, afirmó Wagner. Sin embargo, en diálogo con este diario explicó cuál es el principal problema para la actividad. “Tenemos que mirar todo el país. En el Interior ya estaba bastante pesificado antes de las medidas cambiarias. En la Ciudad de Buenos Aires hay alguna resistencia en las obras donde la incidencia de la tierra es importante. El problema de la escasez de buena tierra urbana hace que se mantenga complejo pesificar la totalidad de las operaciones. Al final se va a terminar pesificando todo, pero el problema es la falta de suelo urbano de calidad”, señaló. Destacó el aumento en la oferta que puede generar el Pro.Cre.Ar, y el acuerdo que en la legislatura porteña cerraron el PRO y el FpV para urbanizar terrenos no céntricos de la Ciudad. También el proyecto de ley de Acceso Justo al Hábitat en la provincia de Buenos Aires, admitió, permitiría incorporar suelo de calidad.

Desde el sector destacan que en los últimos meses la obra pública logró paliar la debilidad en la iniciativa privada, y que el Presupuesto 2013 permite tener buenas expectativas. Wagner pronosticó que, de completarse con las 100 mil viviendas previstas, el Pro.Cre.Ar podría aportar de 1 a 1,5 punto del PBI, 60 mil empleos directos y 180 mil indirectos. El Gobierno hasta ahora entregó sólo unos mil créditos para viviendas y espera llegar a los dos mil a fin de año. Rodríguez Larreta, en cambio, dijo que “las perspectivas son inciertas”. Destacó una serie de obras en la Ciudad y pidió mejorar los créditos hipotecarios. Citó al ex presidente Arturo Frondizi para justificar que “para que aumente la inversión hay que generar confianza”.