La agencia de riesgo Fitch rebajó la nota de los títulos públicos argentinos desde “B” a “CC”, equivalente a “bono-basura”. La compañía estadounidense indicó que tomó su decisión ya que “es probable que Argentina entre en default”. Los analistas de Fitch suponen que el país no podrá pagar en tiempo y forma sus vencimientos, ya que el juez de Nueva York Thomas Griesa le indicó al Banco de Nueva York, agente de pago de la deuda, que no transfiera el dinero a los bonistas que entraron al canje si Argentina no deposita 1330 millones de dólares en una cuenta de garantía.

La decisión de la calificadora anticipa que la Cámara de Apelaciones no dará lugar al pedido de suspensión de la medida que pidió el lunes Argentina (ver aparte). Pero la argumentación de Fitch va más allá: cuestiona los pilares de la política macroeconómica del Gobierno, critica decisiones estratégicas como la renacionalización de YPF y resalta la importancia de las movilizaciones del 8N.

Las calificadoras de riesgo apuestan a que Argentina entre en una situación de default técnico o restringido. A diferencia de la situación de 2001, Argentina cuenta con los dólares necesarios para cancelar los vencimientos pero la decisión del juez Griesa podría generar inconvenientes para hacer frente a los vencimientos del Cupón PIB del 15 de diciembre por una cifra cercana a los 3500 millones de dólares.

En ese escenario, e ignorando el pedido de suspensión de las órdenes de Griesa solicitado el lunes por Argentina, Fitch afirmó en un comunicado que “creció la probabilidad de que Argentina no pueda cumplir en tiempo y forma con sus vencimientos de deuda emitidos bajo la legislación de Nueva York”. Así la empresa bajó la nota de la deuda argentina desde “B” hasta “CC”. Fitch no es la única calificadora de riesgo que apuesta a un “default” del país, Moody’s colocó su evaluación de la deuda en “perspectiva negativa”.