El presidente de Techint, Paolo Rocca, anticipó una mejora en el desempeño de la economía nacional para 2013 y consideró frente a unos 400 empresarios que en los próximos años “nuestros países van a tener costo de la mano de obra elevado”. En función de las perspectivas de negocios alrededor de la expansión del mercado interno y la exploración de hidrocarburos en yacimientos no convencionales, Rocca anticipó que la inversión del holding en 2013 será de 600 millones de dólares, “el valor más alto de la década”, definió. A pesar de que Techint mantiene una relación tensa con el Gobierno, el empresario no hizo referencias a la gestión nacional y se mostró cauto para no tocar temas conflictivos.

“La economía mundial nos pone frente una situación de crecimiento mucho más lento de lo que esperábamos hace dos años. Hay factores estructurales complicados, como la situación europea, con el corset que supone convivir dentro del euro, y el nivel de endeudamiento de los Estados Unidos. A la vez, hay un cambio de modelo de desarrollo de China, que busca reducir el componente de inversión y aumentar el consumo”, comenzó Rocca en el cierre del encuentro anual de Propyme, programa a través del cual el holding busca mejorar la eficiencia de pequeños y medianos clientes y proveedores.

En función de ese panorama, el empresario anticipó el comienzo de una etapa de crecimiento global más moderado. “En los próximos diez años el mundo no va a tener la dinámica que tuvo en los últimos diez. El ciclo de los commodities tampoco va a ser tan favorable”, analizó. Rocca advirtió que “en América latina el crecimiento tampoco va a ser igual que en la primera década. Este año fue muy difícil para Brasil y el 2013 no va a ser mucho mejor”, y anticipó para la Argentina “una paulatina recuperación”.

Una de las principales amenazas que sufre Techint es la competencia china, de ahí que el holding opere al amparo de medidas de protección comercial sobre la chapa. Rocca advirtió que la presión desde Asia y la mejora en los términos del intercambio, “tiene efectos adversos sobre algunas industrias”, pero evitó hablar del tipo de cambio. “América latina ha desindustrializado su economía, aunque Argentina lo ha hecho menos. Es impresionante cómo en Brasil la industria se redujo. El primer desafío es defendernos contra la acción predatoria de la industria china, que compite con empresas públicas que reciben subsidios. China puede ser un obstáculo importante para la reindustrialización de nuestros países”, manifestó.

Una de las cartas en poder del Gobierno para negociar con Techint es el ingreso de la chapa de China, que agiliza cuando la compañía sube los precios por encima de lo pautado. Otra muy importante vía de conexión es la obra pública y de infraestructura, donde en varios segmentos las empresas de Techint son monopólicas. De hecho, la semana pasada el Gobierno anuló el llamado a licitación para la construcción del Gasoducto del Noreste y decidió que concursará por separado la adquisición de las cañerías y la obra civil, segmentos en donde Techint ofrecía participar, acusando a la oferta del holding como “abuso de posición dominante”.

Justo una semana antes, Techint había informado que cursará una demanda hacia la estatal YPF por 142 millones de dólares debido a la rescisión anticipada de un contrato que Transportadora Gas del Norte (TGN), firma del Grupo, tenía con la petrolera durante la gestión de Repsol, hecho que ocurrió entre 2006 y 2010. Esa novedad generó malestar en el Gobierno.

En el plano de la estrategia corporativa del Grupo Techint, Rocca destacó que las perspectivas de explotación por parte de YPF y otras empresas asociadas de los recursos hidrocarburíferos no convencionales en Vaca Muerta, representa un importante atractivo. “El desarrollo del shale va a sostener un nivel de inversión importante. En 2013 va a haber record de inversión en Argentina, con 600 millones de dólares, el nivel más alto de la década”, adelantó. Techint invertirá ese dinero en la finalización de la planta de colada continua en Siderar, la ampliación de Siderca para desarrollar productos para explotar no convencionales, la inversión petrolera y en ingeniería en construcción.

A diferencia de la postura que tomó meses atrás, cuando en un encuentro con ingenieros de la firma sostuvo que “a partir de 2008 el Gobierno perdió el rumbo” y que desde ese momento “la competitividad empezó a caer”, Rocca estuvo ayer muy moderado. Admitió que “nuestros países van a tener costo de la mano de obra elevado” y que, ante ello, “tenemos que pensar en recuperar productividad los próximos años a través del aumento de la escala del mercado, la informatización, la automatización y el entrenamiento, formación y armado de nuestra cadena de bienes y servicios”. “Este es el desafío, porque no vamos a volver al costo básico de la mano de obra de principios de la década”, señaló. Además, resaltó que en relación con Brasil las empresas argentinas son competitivas y que “este contexto es favorable para entrar en ese mercado”.