“Se proyecta un aumento del Producto de 4,6 por ciento para el año próximo y se estima el cierre del presente en una tasa cercana al 2 por ciento”, estimó el Banco Central en su informe de Programación 2013. El documento recoge los principales objetivos y planes de la política monetaria, financiera, crediticia y cambiaria del organismo. Allí se sostiene que la actividad económica recobrará dinamismo a partir de la expansión de la demanda interna y el impacto positivo de una mejora de la cosecha agrícola. Esta evolución se reflejará en una balanza comercial más holgada, que redundará en un saldo positivo en el mercado de cambios (compras netas de la entidad) que alcanzarán “aproximadamente los 12.500 millones de dólares”.

A última hora de ayer, la entidad que conduce Mercedes Marcó del Pont difundió el primer informe de Programación, a partir de la recuperación de instrumentos de política que implicó la reforma en su Carta Orgánica. En las treinta páginas del documento, la autoridad monetaria hace un balance de los últimos años y algunas estimaciones para 2013.

El informe prevé que la producción de bienes “repuntará liderada por la industria y el sector agropecuario”. “Las actividades industriales ligadas a la demanda externa, como el sector automotor y el de metálicas básicas, se beneficiarán del mayor crecimiento económico esperado en Brasil. El resto de los sectores industriales incrementará su producción por la mayor demanda interna esperada”, explica. La próxima campaña (2012/13) experimentará un crecimiento en torno de 18 por ciento en relación con el ciclo previo, a partir de “los incrementos en los volúmenes en las cosechas del maíz y de la soja”. La actividad de la construcción también hará su aporte, gracias al sostenimiento que recibirá de la obra pública y del impacto del programa vigente de créditos destinados a la construcción de viviendas (Pro.Cre.Ar).

“El incremento del gasto de los hogares y las políticas de promoción al crédito productivo propiciarán el aumento de la inversión, en especial como resultado de la suba en el gasto de equipamiento, componente de la demanda agregada que se espera registre la recuperación más pronunciada”, agrega. En ese sentido, el relevamiento prevé una tasa de inversión que en promedio se ubicaría en torno de 24 por ciento del PIB, superior a la de 2012. El consumo seguirá creciendo con firmeza y contribuirá con más de las dos terceras partes al aumento del Producto. En materia de inflación, el Central considera que las cotizaciones internacionales de las materias primas se mantendrán en los actuales niveles, lo que implicará una trayectoria para los precios internos similar a la observada durante este año.

En cuanto al comercio exterior, el pronóstico es también de mayor dinamismo, tanto para las exportaciones como las importaciones. “El superávit comercial resultaría similar al de 2012, superando por doce años consecutivos los 10.000 millones de dólares”, sentencia el informe. Las exportaciones de bienes podrían aumentar 13 por ciento respecto de 2012, influidas por los mayores saldos agrícolas y como resultado de la recuperación de la demanda de Brasil. Las importaciones también se incrementarían: “Principalmente insumos para la producción e inversión”, detalla. Como resultado se prevé una oferta de divisas de origen comercial más favorable que la observada durante este año, que le permitirá superar los 10.000 millones de dólares que compró el BC y recomponer reservas, las cuales ayer finalizaron en 43.294 millones.