Jue 10.01.2013

ECONOMíA  › ARGENTINA, PRINCIPAL DESTINO PARA EMPLEADAS DOMéSTICAS

Un imán en la región

Más del 90 por ciento de las trabajadores proviene de países limítrofes. Según la Organización Internacional del Trabajo, en Argentina hay 797 mil empleadas.

“Argentina es uno de los principales países de destino para trabajadoras domésticas migrantes en América latina”. señala un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) difundido ayer. Más del 90 por ciento de las que trabajan en este rubro en el país proviene de naciones limítrofes. Según el estudio, en Argentina hay 797 mil empleadas y el promedio de horas semanales trabajadas es de 26,9, entre los más bajos de una muestra que incluye a los principales centros urbanos de 117 países.

El informe “Trabajadores domésticos en el mundo” se conoce después de la adopción, en junio 2011, de un nuevo Convenio y Recomendación de la OIT sobre trabajo doméstico. “Estas nuevas normas internacionales tienen el objetivo de garantizar condiciones de trabajo y remuneración decente para los trabajadores domésticos en todo el mundo”, afirma el estudio, centrado en países donde se localiza fuerza de trabajo doméstica o son origen de quienes van a otras naciones. Sobre el total relevado, sólo el 10 por ciento de los empleados domésticos se encuentra cubierto por las respectivas legislaciones nacionales.

Según este primer estudio sobre el segmento, el número de trabajadores domésticos en el mundo creció en los últimos 15 años en aproximadamente 19 millones de personas, al pasar de 33,2 millones hasta 52,6 millones, aunque se trata de estimaciones prudentes debido a la imposibilidad de contar con estadísticas concretas por el grado de informalidad del sector. Las cifras no incluyen a los trabajadores de menos de 15 años, que se calculan en 7,4 millones. “La tendencia fue particularmente pronunciada en América latina y el Caribe, donde el número de trabajadores domésticos aumentó en aproximadamente nueve millones”, explica el informe de OIT.

La cifra regional es influenciada por los aumentos sustanciales en México y Brasil, los países más grandes de la región, y con un crecimiento más gradual en la Argentina y algunos otros países. Asia y el Pacífico también registraron un importante aumento, de 13,8 millones a 21,5 millones de trabajadores domésticos.

La tendencia al alza refleja no sólo la población y el crecimiento del empleo en este período, sino también en un crecimiento de la participación de los trabajadores domésticos en el empleo total. Una vez más, América latina y el Caribe se destaca, con un aumento del 5,7 por ciento al 7,6 por ciento. Oriente Medio, Asia y el Pacífico también exhibió un ligero aumento en la prevalencia del trabajo doméstico. A nivel mundial, la participación de los trabajadores domésticos en el empleo total pasó de 1,5 por ciento a 1,7 por ciento. “Esto refleja los cambios dentro de las regiones, así como un cambio en el empleo mundial de los países desarrollados y Europa del Este con destino a economías en desarrollo y emergentes”, agrega el informe.

Los trabajadores domésticos suelen emigrar a los países vecinos. Las mujeres de Bolivia y Paraguay, por ejemplo, viajan en busca de trabajo a Argentina, y las mujeres de Nicaragua y El Salvador emigran a Costa Rica. “Estos patrones pueden ser explicados por las diferencias de ingresos entre países y también por las crisis económicas y el elevado desempleo en los países de origen”, enumera el informe.

Durante la década del ’90, el establecimiento de una paridad fija entre el peso y el dólar hizo de la Argentina un destino atractivo para los migrantes, ya que el tipo de cambio “permitió remesas de mayor valor para apoyar a sus familias en sus países de origen”, detalla el trabajo. Según el censo de 2001, los inmigrantes representaron más de 90 por ciento de los empleadas domésticas en la ciudad de Buenos Aires, pasando de un número de trabajadoras de 577.000 en 1996 a 655.000 en 2000. La crisis de 2001 llevó a que los hogares redujeran sus gastos y, como resultado, el número de domésticas cayó un 10 por ciento en sólo dos años. “Al igual que la economía (argentina), el empleo desde entonces se recuperó, y 797.000 trabajadores domésticos se contaron en 2006”, según el último dato de la OIT en el informe. “Resultan manifiestas las enormes disparidades entre los trabajadores domésticos y los demás (trabajadores)”, señala la OIT. El tiempo de trabajo es uno de los puntos, pero también los salarios. El 5,9 por ciento de la muestra recibe remuneraciones por debajo del salario mínimo. En Argentina, el salario del sector representa un 30,9 por ciento del promedio de sueldos de la economía.

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