Llegó la hora de sonreír y decir “whisky”. El líder de Proyecto Sur, Pino Solanas, anunció hace semanas que tiene la intención de aliarse con Elisa Carrió en un “frente anticorrupción”. El acuerdo despertó una revuelta interna en el movimiento que conduce, lo que le impidió asistir a un encuentro de la Coalición Cívica-ARI porteña el viernes de la semana pasada. El cineasta dejó pasar tan sólo unos días antes de volver a la carga. Este martes los dirigentes coincidirán en un encuentro que se llama “La corrupción mata”. Será la primera imagen juntos.

Solanas fue el primero en empezar con los piropos: “Le tengo respeto por su coraje y compromiso ético. Ella y yo pusimos el pecho a las causas de corrupción en la Argentina”. Carrió retribuyó las gentilezas: “Somos los dos políticamente incorrectos, no se va a necesitar un corrector aunque perdamos algunos votos”. En las elecciones presidenciales de 2011, Carrió obtuvo menos del 2 por ciento de los votos; el partido de Solanas, ni siquiera eso: no pasó el piso de 1,5 en las primarias y no pudo competir en las elecciones nacionales. Ambos imaginan que una elección legislativa les podría permitir recuperarse de estos malos resultados.

Apenas insinuó que podía aliarse a Carrió, Solanas empezó a tener críticas internas, en especial de sus aliados del Partido Socialista Auténtico, quienes definieron a Carrió como “de derecha oligárquica”. También recordaron declaraciones de otros tiempos, cuando Solanas decía que Carrió “se corrió muy a la derecha”. Es cierto que, por esas épocas, Lilita no era muy condescendiente con Solanas: “No nació en Fuerte Apache: nació en San Isidro y filmó en París”, lo definió.

Solanas tiene poco apoyo dentro de su propio partido, con la excepción de Julio Raffo y Mario Cafiero, los articuladores del acuerdo. Prácticamente, el resto de los dirigentes se opone. El legislador Pablo Bergel aclaró ayer que no va “ni a la esquina con Carrió y Binner”. A Lilita, lo más suave que le dijo es “gorila”. En cambio, el MST –un aliado de Solanas– no se ha mostrado en contra de acordar con Carrió.

El tumulto interno fue tan grande en los primeros días que obligó a Solanas a cambiar sus planes de aparecer como el invitado estelar en un congreso de la CC-ARI. “Es prudente que el candidato de la película todavía no llegue. Es preciso ver los contratos prenupciales primero”, lo supo disculpar Carrió, que no tiene los mismos problemas en su frente interno. “Si por primera vez nos estamos juntando con los que nos tenemos que juntar, no me voy a quejar”, razonó un encumbrado lilito ante este diario. El partido lo conduce Maximiliano Ferraro, alineado con Carrió. En tanto, Alfonso Prat Gay avanza con la idea de una alianza con el FAP.

La foto de Carrió y Solanas finalmente llegará en unas jornadas organizadas por la Asociación Civil Proyecto Sur Cultural y el Instituto Hannah Arendt en la Universidad del Museo Social Argentino. Expondrá también el titular de la Auditoría General de la Nación, Leandro Despouy. Carrió y Solanas presentarán propuestas conjuntas para detener “la intención del Gobierno de domesticar a la Justicia”. Uno de ellos sería declarar imprescriptibles los delitos vinculados con la corrupción, lo que los equipararía con los crímenes de lesa humanidad.