Néstor Kirchner embistió contra la cúpula de las Fuerzas Armadas, la Corte Suprema y el PAMI. Pero su embate depurador podría quedar a mitad de camino en otras áreas urticantes como el Mercado Central. En la propia institución consideran un hecho la inminente designación como director por la Nación del ex titular del Comfer y allegado de Eduardo Duhalde, Carlos Caterbetti, quien quedaría al comando de un lugar clave para la producción frutihortícola del país y pródigo en negocios no siempre demasiado transparentes.
La Corporación del Mercado Central es un ente estatal tripartito en el que también tienen representación la provincia de Buenos Aires y el gobierno de la Ciudad. Felipe Solá nombró a Ricardo Angelucchi, quien tejió buenos vínculos con el intendente de La Matanza, donde están las 200 hectáreas del Mercado. Desde enero de 2002 Aníbal Ibarra asignó la vacante al ex diputado frepasista Ricardo Vago, quien en el Parlamento había batallado contra las irregularidades en las privatizaciones. La presidencia, rotativa, hoy está a cargo de Rodolfo Carabello, verdulero amigo de Duhalde cuyo mandato está vencido, y a quien el Presidente decidió reemplazar por Caterbetti, cuyo nombramiento aún no se formalizó.
Son lugares de decisión codiciados, aunque el área es prolífica en conflictos. Desde hace quince días, los operadores vienen advirtiendo lo que ayer ratificaron en un comunicado: que no pagarán el alquiler de sus puestos hasta tanto no se les garantice un lugar en la conducción a través de su propio director.
A poco de asumir, Kirchner pidió a gente de su confianza un informe sobre la situación del Mercado. Por entonces, consideraba la posibilidad de intervenirlo y ubicar allí a una persona de su estricta confianza. Pero la voluntad de conservar en la órbita estatal a algunos de los allegados de Duhalde habría hecho tallar la figura del titular del Comfer.
Caterbetti enfrenta demandas legales del propio secretario de Medios, Enrique Albistur, y de la productora de Mario Pergolini, Cuatro Cabezas, por presuntas irregularidades en la administración de frecuencias de radio. Aquel ex empresario metalúrgico, jefe de Gabinete del duhaldista Hugo Toledo cuando éste era titular de Obras Públicas bonaerense, apartó del Comfer a funcionarios clave que investigaban maniobras de evasión y lavado de dinero de varios grupos de comunicación, entre ellos el CEI y el Grupo Avila.
El Mercado Central es una entidad autárquica, con absoluta libertad para manejar su presupuesto que, según los ingresos registrados por el alquiler de las naves, asciende a 24 millones de pesos por año. “Al ser de todos, no es de nadie”, admitía ante este diario un responsable de la Corporación.
Esa orfandad de comando deja el terreno libre para administrar con toda discrecionalidad esos millonarios recursos, así como los bienes que hoy se emplean para planes alimentarios: el 14 por ciento de los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires recibe una ayuda con productos del Mercado, y una cantidad similar de gente se beneficia a diario con un paquete gratuito. La Corporación tiene 430 empleados directos, a los que se añaden más de 2000 changarines y cuatro empleados por cada uno de los 600 puestos. Es, sin duda, un lugar muy preciado para hacer proselitismo, conquistar o consolidar poder prodigando ocupación.