En el informe se destacó que el dinero negro representa un riesgo sistémico, sin posibilidad de reinserción debido a los controles, siendo el blanqueo un canal para su incorporación y para que deje de ser una amenaza. En octubre se tratará el tema.
› Por Cristian Carrillo
La delegación argentina que encabeza el titular de la Unidad de Información Financiera (UIF), José Sbattella, defendió ayer el blanqueo de capitales durante un plenario del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), organismo que coordina a nivel mundial las políticas contra lavado de dinero y financiamiento del terrorismo. Esta reunión estaba prevista desde febrero último para informar los avances realizados desde entonces en materia de prevención de lavado de dinero. La UIF presentó los primeros procesados y multas aplicadas por casos de lavado, un requerimiento que el país todavía no cumplía convirtiéndose en un reclamo permanente de las autoridades del GAFI. En cuanto al blanqueo, se insistió en la idea de que se tratará de un perdón impositivo, pero que las investigaciones por cualquier otro delito detrás del origen de los fondos continuarán según los estándares internacionales. En octubre, el pleno del GAFI analizará los avances del blanqueo.
El programa de exteriorización de capitales requiere de un análisis del GAFI y de una defensa del país aparte. “Todos los países que deciden implementar este tipo de medidas deben poner en conocimiento del plenario (del GAFI) la legislación y explicar sus fundamentos y características”, contaron a este diario fuentes de la delegación de la UIF. Turquía también presentó ayer sus reportes sobre programas de exteriorización de blanqueo, o Voluntary Tax Compliance (VTC), como define el GAFI al blanqueo. El hecho de que otros países utilicen estos programas para repatriar fondos, como también hicieron los Estados Unidos, España, México, Portugal e Italia en los últimos años, fue parte de la defensa de la UIF a la exteriorización.
La defensa argentina del blanqueo se basó en que el dinero negro presenta un riesgo sistémico, sin posibilidad de reinserción en la economía formal por los controles oficiales, y la exteriorización sería el único canal para su incorporación y para que deje de ser una amenaza. Esta idea responde a una situación que deriva de la estructura económica argentina, en la que se estiman entre 40 mil y 50 mil millones de dólares stockeados desde la convertibilidad. Estos fondos, a partir de la adecuación de la UIF a las recomendaciones del GAFI, se encuentran sin posibilidades de blanqueo. En tanto, sus tenedores son los que pulsan por una mayor devaluación, lo que deriva en una situación de desestabilización del mercado financiero. “Ese dinero juega como un factor de inversión en negro y genera continuamente actividades ilegales para facilitar la evasión impositiva. Esa es la filosofía que está detrás del blanqueo”, explicaba a este diario Sbattella.
Este dinero ilícito genera nuevas maniobras. En el país se calculan que se evaden entre 80 y 90 mil millones de pesos por lavado de activos, un monto similar al que el Fisco recauda en concepto de Ganancias. Los canales a través de los cuales se producen estas maniobras son variados e incluyen bancos, agencias de cambio, financieras, empresas de transporte de caudales, joyerías y hasta negocios de compraventa de arte: todos éstos ahora son sujetos obligados a informar el origen de los fondos.
“El GAFI escuchó los informes sobre programas, los VTC de la Argentina y de Turquía. Sobre la Argentina, el GAFI recibió del país información preliminar sobre el programa planeado que tendría lugar en julio y espera que aplique todas las medidas ALA/CFT (Sistema Anti-Lavado de Activos y Contra la Financiación del Terrorismo) al programa”, detallaron desde la UIF. Los dos países se comprometieron a asegurar que sus programas de blanqueo sean consistentes con las recomendaciones GAFI y principios sobre este tipo de operaciones. Sbattella reiteró que ningún sujeto obligado a informar de operaciones sospechosas –en este caso serán las entidades bancarias donde se depositarán los fondos– dejarán de hacer el debido proceso. El reportante está obligado a enviar los datos, al igual que se hizo en el anterior blanqueo.
En ese sentido, la UIF presentó un listado con los delitos penales vinculados con el lavado que se identificaron a partir del último blanqueo, que tuvo lugar en 2008. Los fondos que ingresaron al sistema formal en esa ocasión dieron lugar a la elaboración de 631 Reportes de Operaciones Sospechosas, que podrían derivar del narcotráfico, el terrorismo o la trata de personas. De ese total, 52 fueron elevados al Ministerio Público Fiscal para que se avance en la investigación penal, 21 se archivaron y otros 558 continúan en proceso de seguimiento. El plenario del GAFI manifestó que estudiará más en profundidad el programa una vez que toda la información relevante esté disponible. Por esta razón, en el plenario de octubre próximo se realizará “el monitoreo de lo actuado”. De no actualizarse, el blanqueo finalizará en septiembre, ya que está previsto que se mantenga abierto durante tres meses.
La delegación también presentó los avances en la adecuación de normas de prevención de lavado, de acuerdo con los requerimientos del GAFI. Exhibió las primeras acciones en ese sentido que permitieron a la UIF actuar como querellante en ese tipo de delitos, las primeras multas y los nueve procesados hasta el momento, a partir de la aplicación de la reforma del régimen penal administrativo. La Argentina mantiene un status de “seguimiento intensivo”, debido a una serie de recomendaciones que el GAFI considera que el país no cumplía, por lo cual debe hacer presentaciones de los avances de manera periódica ante el ente intergubernamental.
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