A partir del seguimiento que realizó el Banco Central y los topes máximos que aplicaron las entidades financieras, la fuga de divisas a través de la extracción de dinero en cajeros automáticos del exterior se desplomó en un 90 por ciento. Según un relevamiento entre los bancos emisores de los plásticos de Visa, Mastercard y American Express, el promedio de las operaciones diarias el mes pasado se ubicó cerca de los 130 mil dólares. En el primer trimestre del año se registró una salida a través de este mecanismo de 120 millones de dólares, 40 millones mensuales, lo que encendió luces de alerta en el organismo monetario, que envió cartas a los usuarios de tarjetas para que justifiquen la extracción de moneda extranjera. Los bancos dispusieron que sólo podrá extraerse 20 por ciento del límite de compras.

Especuladores utilizaron distintos canales para sortear la prohibición a la compra de moneda extranjera para atesoramiento. Uno de ellos fue la utilización de las tarjetas de crédito para hacer extracciones de dólares como adelantos en efectivo de la cuenta corriente. El adelanto se abona con el resumen de la tarjeta al tipo de cambio oficial más el 20 por ciento de retención que aplica la AFIP por los consumos en el exterior con los plásticos.

El Central detectó entre septiembre y noviembre último un movimiento inusual en el uso de estos plásticos, con extracciones de hasta más de 100 dólares por tarjeta y cuenta. A fines de abril envió cartas a quienes viajaron al exterior y retiraron moneda extranjera por cajeros automáticos en ese lapso, solicitando si se utilizó para consumo que “no hubiesen podido pagar con otros medios o para la posterior cancelación del resumen de la tarjeta, que puede hacerse en pesos”. La periodicidad y el monto que se extraía llevó a que se considerara como una vía de fuga más que con un instrumento de carácter excepcional (permite contar con moneda extranjera ante una eventualidad). También envió cartas a los bancos sobre las operaciones de sus clientes en la primera parte del año. “El resultado fue la respuesta de los propios bancos emisores”, subrayó una fuente del Central. Las entidades permiten a sus clientes extraer hasta un tope de 20 por ciento del límite de compra.

Entre mayo –cuando se aplicaron los topes– y junio último, el promedio diario se retrajo 90 por ciento, respecto de los 1,34 millón que se fugaban a diario por este mecanismo. El registro mensual se desplomó de 40 millones de dólares a 4 millones. Un año atrás, el volumen total de extracciones era irrelevante, al ubicarse en 2 a 3 millones de dólares mensuales, según cifras del BCRA. La caída de los últimos meses responde a los topes que imponen los bancos y a la estacionalidad, pero también a los mayores controles oficiales. En las vacaciones de invierno podrá realizarse un mejor cotejo.