Hasta el viernes 27, Pablo Condorí se desempeñaba como jefe de inspectores de la Secretaría de Transportes. Pero ese día, 48 horas después de que entregara un informe crítico sobre la situación de los trenes, fue cesanteado. Condorí, un experto que se dedica al tema ferroviario desde hace 40 años, vinculó ese trabajo crítico con el motivo de su alejamiento. “El hecho me llama poderosamente la atención. No soy un improvisado, hace muchísimos años que vengo trabajando con el tema ferroviario”, explicó un desconcertado Condorí. Desde el Gobierno explicaron que el ex funcionario era un adscripto a su puesto, contrato que no se renovó. En el último informe de Condorí se evidenció que de los 72 o 64 asientos en cada vagón –según el modelo–, sólo 45 se encontraban sanos. Que en los trenes escasean las ventanillas y en muchas formaciones faltan las cerraduras de las puertas, por lo que éstas permanecen abiertas durante el viaje. A pesar de los faltantes, Condorí consideró que en los últimos meses “se lograron pequeñas mejoras (en los servicios), pero no las sustanciales”.