El ministro de Planificación e Inversión Pública hizo más evidente ayer, ante la Central de Trabajadores Argentinos, su distanciamiento en materia de tarifas respecto de la postura oficial vigente en la gestión de Eduardo Duhalde. “No puede haber ningún aumento de los servicios públicos mientras se encuentre bajo análisis el cumplimiento de cada uno de los contratos”, aseguró el ministro al término del encuentro con la cúpula sindical antiburocrática. Como para no dejar lugar a dudas, invitó además a los representantes gremiales a integrar las comisiones renegociadoras de los contratos, tanto a nivel general como en las distintas ramas.
Víctor de Gennaro y Marta Maffei encabezaron la representación gremial, pero fue el economista Claudio Lozano quien tomó la voz cantante para formular las propuestas de la CTA en materia de privatizaciones y regulaciones. “Le señalamos que era imprescindible la formulación de nuevos contratos, cuestionar los precios base con los que se fijó la tarifa y hacer hincapié en los incumplimientos de las empresas, porque le otorga al Estado la facultad de entrar en una fase de discusión distinta”, comentó Lozano a Página/12. “A nuestro criterio –agregó–, ya hay contratos que están en condiciones de ser rescindidos, como el de Aguas Argentinas, Correo Argentino, Aeropuertos y las concesiones ferroviarias.” De Vido comentó con sus interlocutores las presiones que el Gobierno podría recibir de las privatizadas, en la forma de amenazas de interrupción de servicios o, como ya se verifica, la apertura de procesos judiciales en el exterior. “Coincidimos en que si no se opera con rapidez, todas estas demandas van a caer sobre la cabeza del Estado”, comentó otra voz de los participantes del encuentro. Como parte de esta pulseada, la CTA y el ministro coincidieron en que “se está instalando un debate espurio sobre reestatización, debajo del cual se esconde la pretensión de algunas prestadoras de trasladarle al Estado la carga de su endeudamiento”.
La CTA puso en manos de De Vido varias propuestas referidas a la regulación de los servicios públicos y a la reformulación de las privatizaciones. En materia tarifaria, el planteo de la central sindical es que deben rechazarse los reclamos de incrementos que formulan las concesionarias, porque el funcionamiento operativo de las empresas estaría garantizado con los actuales niveles. “Lo que perdieron es la capacidad de remitir dividendos al exterior, pero como consecuencia de una decisión errónea, como fue endeudarse en el exterior, de lo que ni el Estado ni los usuarios tienen por qué hacerse cargo”, puntualizó Lozano. En cambio, la CTA consideró necesario “volver a los subsidios cruzados; es decir, que ciertos servicios que son rentables en algunas zonas sirvan para financiar a aquellas que se encuentran en regiones donde no representan un negocio pero deben ser garantizados igualmente a sus habitantes”.
De Vido respondió en términos muy auspiciosos a las demandas de la CTA en materia de tarifas. “No puede haber ningún aumento de los servicios públicos mientras el Gobierno se encuentre analizando el cumplimiento de cada uno de los contratos”, manifestó el titular de Planificación e Inversión Pública ante la mesa nacional de la CTA y reiteró luego ante la prensa. Además, comentó en términos elogiosos un trabajo de la CTA, cuyo autor es Claudio Lozano. “Lozano ha hecho una propuesta muy interesante en relación a la importancia que tiene el nivel de la tarifa en la redistribución del ingreso y en la promoción de actividades productivas”, señaló De Vido a los periodistas que aguardaron a las puertas de la CTA la conclusión del encuentro de tres horas.
De Gennaro destacó la presencia de De Vido en la CTA como “una señal muy importante de que el Gobierno apuesta a abrir los cauces de la participación”. Además, remarcó que “las empresas están en deuda con el pueblo argentino”, porque indicó que “han acopiado y concentrado grandes ganancias que en su mayoría han sido enviados al exterior”.
El titular de la CTA señaló que “el poder de compra de las empresas de servicios públicos, en manos del Estado, se invertía en el país”, y añadió que con la privatización “las ganancias se giraron íntegramente al exterior”. “Es necesario que ese poder de compra vuelva a ser utilizado por los argentinos como condición sine qua non en todos los contratos de las empresas que utilizan recursos naturales argentinos”, subrayó De Gennaro.
Además de la cuestión tarifaria y la revisión de los contratos, durante el encuentro también se ofrecieron propuestas para incluir en el plan de obras públicas del Gobierno, para recuperar el servicio ferroviario, las construcciones portuarias, la hidrovía, la utilización de energía atómica y del carbón como combustible. La CTA comprometió su participación en las distintas áreas a través de los gremios involucrados en cada caso. “Y si van a fondo en la disputa con las privatizadas, vamos a acompañar”, subrayó uno de los dirigentes de la central.