El principal cambio que se observa en la evolución de YPF entre los resultados del primer semestre de 2012 y el mismo período del año actual se registra en el renglón de inversiones, de acuerdo con los datos consolidados que ayer presentó a la Bolsa de Comercio la empresa petrolera recuperada para el país. El crecimiento de las inversiones en bienes de uso, comparando ambos semestres, es del 94,7 por ciento. Si la evolución se analiza en base a los segundos trimestres de cada año, el incremento alcanza un rango similar: 90,8 por ciento. En el primer semestre, YPF registró un beneficio neto de 1793 millones de pesos, 15,7 por ciento menos que en igual período de 2012.

A pesar del siniestro en la Destilería La Plata en los primeros días de abril, los ingresos ordinarios de la petrolera con mayoría estatal resultaron en el segundo trimestre de este año 36,4 por ciento superiores a los del segundo trimestre de 2012. También aumentó la utilidad operativa, en un 18,6 por ciento, alcanzando los 2218 millones de pesos. Dichos resultados tuvieron su explicación, fundamentalmente, en la suba de precios de los combustibles entre ambos períodos, que reforzó el aumento de los volúmenes comercializados.

El informe trimestral de YPF revela que continúa siendo ardua la tarea de revertir la caída en la producción de hidrocarburos de la última década. La extracción de crudo del segundo trimestre resultó nada más que 0,4 por ciento superior a la del año pasado, en tanto que la producción de gas natural fue 3,2 por ciento inferior a la del mismo período de 2012. De todos modos, el informe destaca “la continua reversión de la tendencia declinante de la producción de años anteriores”, en los que se venían registrando caídas promedio del seis por ciento anual.

En cuanto a los ingresos, el crecimiento interanual del 36,4 por ciento se explica fundamentalmente por el aumento en las ventas de combustibles líquidos en el mercado interno. En volúmenes, el crecimiento fue del 14,6 por ciento en naftas y del 4,4 por ciento en gasoil. Pero fue en el incremento de precios de esos mismos productos donde YPF hizo mayor diferencia: las naftas se vendieron en este segundo trimestre un 29,1 por ciento más caras que un año atrás y el gasoil, con un incremento del 22,9 por ciento. De este modo, a pesar de que los niveles de procesamiento en refinerías se redujeron en un 15,9 por ciento, debido al siniestro en La Plata, YPF igualmente obtuvo mejores resultados en su facturación.

La necesidad de satisfacer la demanda interna obligó a la empresa a importar combustibles en mayor volumen que otros años. Las compras adicionales de gasoil, nafta y JP1 (combustible para aeronavegación) representaron un aumento en los gastos de la empresa del 44 por ciento. En “otros costos de ventas”, YPF tuvo un incremento del 31,7 por ciento, principalmente por los mayores cargos relacionados con servicios contratados en el exterior y alquileres de equipos e instalaciones, además de mayores pagos de regalías (por mayor valor de los hidrocarburos en pesos, en boca de pozo).

El incremento en el nivel de actividad de YPF con respecto a años anteriores también se reflejó en el valor de las inversiones en bienes de uso, que alcanzaron en el último trimestre los 6510 millones de pesos. Las inversiones en upstream (exploración y explotación de pozos) llegaron a 5514 millones de pesos en el último trimestre, superando a las del año anterior en 126,6 por ciento.

Por otra parte, YPF informó a la Bolsa que emitirá nuevos títulos de deuda y pagará dividendos en efectivo. El directorio aprobó la emisión y colocación de obligaciones negociables por hasta 1000 millones de pesos, bajo un programa global de ON por 5000 millones de dólares. Además, se informó que el próximo 28 de agosto se pagará un dividendo en efectivo de 83 centavos por acción, correspondiente al ejercicio cerrado el último 31 de diciembre.