“Argentina tiene un potencial enorme de desarrollo productivo con inclusión en base a empresas públicas activas, eficientes y modernas”, dijo ayer Paula Español, directora de Camessa y candidata a senadora nacional por el Frente para la Victoria. Así lo hizo en el Congreso de AEDA, en un panel sobre el rol de las compañías del Estado para el desarrollo. Además de esta especialista, expusieron Héctor Otheguy, de Invap, y los funcionarios Santiago Rodríguez y Fernando Peirano.

Español apuntó que a partir de 2003, el sector público recuperó un rol activo en el diseño de la política económica. También en la intervención directa de la economía a través de empresas públicas. Para la funcionaria, el caso emblemático en esta materia ha sido la nacionalización de YPF. El control de esta petrolera estatal manifiesta el papel central de una compañía pública en un doble frente. El primero es retornar a un escenario de soberanía energética. El segundo es potenciar el desarrollo productivo, tecnológico y una red de proveedores locales.

A continuación, el gerente general de Invap, Héctor Otheguy, mencionó claves que permitieron la expansión de esta firma del Estado. “El uso estratégico e inteligente de la política de compras del sector público fue central para el crecimiento de la empresa”, dijo el especialista. Por caso, esto fue lo que permitió a partir de 2004 que la firma fabrique un sistema de radares para abastecer al mercado interno y que ahora empiecen a aparecer negociaciones para su exportación. En los últimos diez años, la facturación de Invap pasó de 35 a 200 millones de dólares, mientras que el personal avanzó desde 350 a 1100 trabajadores.

El secretario de Ciencia, Tecnología y Producción para la Defensa, Santiago Rodríguez, subrayó la recuperación desde 2003 de empresas públicas industriales bajo la órbita de Defensa. Estas firmas tienen un rol relevante en el desarrollo de nuevas tecnologías que terminan en usos civiles. En el mundo, eso ocurrió en complejos como telecomunicaciones (Internet). En Argentina, el ejemplo se encuentra en el despliegue de la rama automotriz en Córdoba. Durante la última década, el sector defensa, con empresas como Fabricaciones Militares, incrementó su producción seis veces y triplicó su demanda de empleo

Fernando Peirano, subsecretario de Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y presidente de AEDA, indicó la necesidad de un Estado constructor de puentes entre la ciencia y la industria, para potenciar el desarrollo tecnológico. El modelo a imitar es el de YPF Tecnología. Se trata de un emprendimiento de la petrolera y el Conicet para orientar investigaciones a problemas del sector energético. Por caso, innovación en combustible no convencional. Peirano marcó la importancia de replicar esta plataforma en biotecnología, software, automotriz, entre otras. “El punto es hacer de Argentina no un consumidor de tecnología, sino un país que la produzca y exporte”, cerró.

Informe: Federico Kucher.