Hace ya dos trimestres que la sustitución de importaciones y las exportaciones dejaron de ser la fuerza que tracciona la economía, cediendo la posta al consumo interno y la inversión. La industria automotriz es un buen reflejo de ese proceso. Las ventas al mercado interno vienen aumentando mes a mes, mientras las exportaciones pierden dinamismo. Claro que todo se da en márgenes modestos, propios del estado en que quedó el sector tras el derrumbe de la convertibilidad y la escalada de precios.
El promedio de ventas en el mercado interno entre enero y marzo fue de 6900 unidades. En abril ya hubo un salto a 9200 vehículos, en mayo se colocaron 11.200 vehículos, en junio fueron 12.800 y en julio, dato que presentó ayer la Asociación de Fabricantes de Autos (Adefa), las ventas totalizaron 14.336 unidades. La suba, en este último caso, fue del 11,7 por ciento respecto de junio pasado y del 186,5 por ciento en comparación con julio de 2002. El espectacular incremento anual es irrelevante, dado que en aquel entonces las ventas estaban en un piso histórico.
Las terminales consideran que la recuperación de las ventas se debe a una mejora de las expectativas y a la aparición, todavía tenue, de algunos instrumentos financieros que permiten la adquisición en cuotas. Los planes de ahorro han vuelto a escena y un puñado de bancos habilitó líneas de préstamos prendarios. Todo ello alcanzó a dibujar una tendencia alcista, aunque todavía se está muy lejos del promedio de 40.000 vehículos mensuales que se vendían en 1998 o de los 30.000 del 2000. En lo que va del año, las ventas aumentaron 33,6 por ciento contra el período enerojulio de 2002.
Las exportaciones vienen recorriendo el camino inverso. Entre enero y julio bajaron 6,3 por ciento respecto de igual período de 2002. Se exportaron 62.800 vehículos contra 67.000 del año pasado. En julio, las ventas al exterior (8633 unidades) cayeron 0,9 por ciento contra junio último y 30,4 por ciento en comparación con julio del año pasado. La caída de la economía brasileña es la razón principal de este comportamiento de las exportaciones.
A raíz de esa evolución de las ventas al exterior, que hasta ahora eran el principal sostén de la industria, las terminales están disminuyendo el ritmo de producción. En julio se fabricaron 12.138 vehículos, un 11,6 por ciento menos que en junio y un 23,3 por ciento por debajo a julio de 2002. Comparando con los siete primeros meses de 2002, el aumento fue del 4,1 por ciento. La producción viene bajando en mil unidades mes a mes, desde las 15.000 de abril pasado.