Un dato económico de importancia que se conoció ayer es que la fuga de capitales se redujo de manera importante. En el segundo trimestre, la salida de divisas fue de 1.027 millones de dólares, menos de una quinta parte de los 5.622 millones de igual período de 2002. No hay que perder de vista, igualmente, que a esa altura del año pasado todavía había una fuerte convulsión política y económica. La información fue proporcionada por el Indec, en el informe de la balanza de pagos de abril-junio. Los movimientos de capitales tuvieron las siguientes características: el sector público y el Banco Central terminaron con un saldo positivo de 671 millones de dólares (1.223 millones en el semestre), el sector bancario tuvo un saldo negativo de 748 millones (1.081 millones) y las empresas registraron egresos netos por 951 millones (2.775 millones). Por otra parte, el Indec precisó que a junio pasado la deuda externa total ascendió a 140.373 millones de dólares. Se produjo un aumento de 3.549 millones respecto a fines del primer trimestre, motivado por la apreciación de monedas del área del euro en relación al dólar (2.309 millones de dólares) y a la acumulación de atrasos de intereses (1.223 millones). Estas subas en la deuda fueron parcialmente compensadas por cancelaciones netas -fundamentalmente a los organismos– por 394 millones.