El ministro de Planificación, Julio De Vido, destacó ayer el fuerte avance del sector de la construcción en la última década, a pesar del estancamiento actual de la actividad, que se concentra en el sector de la vivienda. El funcionario participó, junto al secretario de Obras Públicas, José López, de la 62ª Convención Anual de la Cámara Argentina de la Construcción. En tanto, el titular de la entidad organizadora, Gustavo Weiss, remarcó que “la construcción protagonizó en los últimos años uno de los ciclos de crecimiento más importantes de su historia. No por casualidad sino por un verdadero cambio de paradigma sobre nuestra industria”. Pidió “profundizar la certidumbre y darle celeridad al pago de certificados y redeterminaciones de precios en las obras públicas”. También otorgó especial importancia al crédito externo para impulsar la actividad y abogó por medidas “que seduzcan al capital privado”.

Según los datos que presentó De Vido, el Producto Bruto Interno (PBI) del sector es 139 por ciento superior al promedio de los ’80, 97 por ciento más alto que la media de los ‘90 y 134 por ciento mayor al de 2003. Existen 26.800 empresas de construcción, más del doble que hace diez años. Pero el avance más notable se dio en el empleo. Los 450 mil trabajadores registrados implican un crecimiento del 240 por ciento frente a los de 2003.

Para el Gobierno, la mejora en la actividad de la construcción se relaciona no sólo con la inversión privada sino con el esfuerzo estatal. “Entre 2003 y 2014 se ejecutó el plan de obras record de la historia argentina, con 89 mil millones de dólares. Esta cifra es 3,6 veces los 25 mil millones de dólares registrados entre 1983 y 2003”, dijo el ministro. Citó las obras en generación y transporte de energía eléctrica, viales, escuelas, gasoductos, cloacas, viviendas, rutas, en comunicación por fibra óptica y de expansión de la tecnología 4G para teléfonos celulares. Hizo hincapié en “la puesta en funcionamiento de la central Atucha II y el lanzamiento del satélite Arsat-1”.

Por su parte, Weiss planteó que en la última década “hemos pasado de una visión economicista de la inversión en infraestructura a esta realidad que la concibe como el mejor mecanismo de de-sarrollo y bienestar de la población”. Se refirió a cómo el Gobierno hizo propios los postulados del economista inglés John Maynard Keynes, impulsor de la obra pública como generadora de empleo para estimular el consumo y recrear el círculo virtuoso de inversión, consumo y crecimiento, a la par de la idea de la inversión pública en términos de mejora de la infraestructura.

“Se han ejecutado en estos años obras imprescindibles en todo el país. Emprendimientos viales, viviendas, obras energéticas, gasoductos, de generación de energía eléctrica. Tenemos el potencial y la gente para incrementar la productividad y seguir mejorando la infraestructura social”, indicó el titular de la Cámara de la Construcción, integrante también del Grupo de los Seis, que agrupa a los empresarios Héctor Méndez (UIA), Carlos de la Vega (Cámara de Comercio), Jorge Brito (Adeba), Adelmo Gabbi (Bolsa porteña) y Miguel Etchevehere (Sociedad Rural).

A pesar de los datos ofrecidos por De Vido, el presidente de la CAC sostuvo que la obra pública no tiene la misma dinámica que en años anteriores. Weiss pidió que los contratos del Estado nacional y de los provinciales se ejecuten con más celeridad. “Las demoras generan onerosas cargas financieras sobre los contratos”, dijo.

El dirigente empresario vinculó el futuro del sector con la situación del frente externo. “El tema es priorizar los proyectos y definir la manera de financiarlos. Tanto por parte del Tesoro Nacional y de los provinciales, de los organismos multilaterales de crédito o en un esquema de Asociación Público Privada, para lo cual necesitamos resolver temas pendientes en los frentes externos e internos. Es decisiva la vuelta de nuestro país a los mercados internacionales”, planteó Weiss. Y detalló: “Se vuelve clave, por un lado, terminar de resolver el frente externo con los holdouts, para volver al mercado de deuda. No desconocemos lo difícil de esta situación, pero creemos que vale la pena intentarlo”.

Según sus cálculos, el crédito externo “es imprescindible para financiar una inversión del orden de 9 por ciento del PBI, de modo de crecer a más del 5 por ciento anual”. Admitió que el capital privado tiene una responsabilidad grande para impulsar el crecimiento. Sin embargo, apeló a la vieja receta de la seducción. Planteó que “se requieren leyes que seduzcan y atraigan el capital privado, que es mucho pues hay en el mundo activos financieros deseosos de inversión por un monto equivalente a 2 veces el PBI mundial”. Weiss fue uno de los principales detractores de la norma que reformó la Ley de Abastecimiento. Finalizó su intervención con el plan del sector para 2025, que incluye la incorporación de 32 mil operarios y 1800 ingenieros cada año y la creación de 15 mil nuevas empresas constructoras.