El impuesto al cheque irá disminuyendo gradualmente hasta su desaparición, en un proceso que arrancará antes de lo previsto. El secretario de Hacienda, Carlos Mosse, y el titular de la AFIP, Alberto Abad, confirmaron ayer que está en estudio una primera reducción, aunque evitaron mencionar fechas. “El impuesto al cheque está en la ‘pole position’ para ser revisado”, manifestó Abad, pero indicó que “desde el punto de vista de la recaudación sería preferible que termine el año como está”. Eso dio un indicio de los tiempos que estaría manejando Roberto Lavagna.
El acuerdo con el FMI contempla la eliminación de aquel tributo, aunque el plazo pactado se extiende hasta fines de 2004. Mosse, en tanto, sostuvo que se analiza reducir directamente la alícuota –actualmente en 6 por mil para débitos y créditos– o permitir el cómputo de una porción del gravamen a cuenta del impuesto a las Ganancias. “Lo decidirá el ministro”, insistió Abad.
Una de las razones por las cuales se adelentarán los pasos hasta la eliminación del impuesto es la buena performance fiscal. El tercer trimestre finalizó con un superávit primario de 2179 millones de pesos, contra una pauta comprometida con el FMI de 1463,9 millones. La diferencia de 715 millones podrá ser transferida al cuarto trimestre, pero si el año finaliza con mayor superávit que el acordado con el organismo, no podrá ser computado como saldo favorable en 2004. Mosse no pudo confirmar qué destino se le dará al dinero.
Durante septiembre, el sector público nacional obtuvo un superávit primario de 721 millones de pesos, lo que elevó a 7109 millones el acumulado a favor durante los nueve meses del año. Según lo firmado con el organismo internacional, la Argentina deberá lograr al finalizar 2003 una ganancia fiscal, previa al pago de intereses de la deuda pública, de 7789,3 millones de pesos.