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“¿Cómo actuaría la Justicia si un ladrón, del cual sabemos su nombre, nos roba y después nos convoca para decirnos que, a cambio de que no lo denunciemos, nos devolverá el 25 por ciento de lo que nos robó?” La pregunta figura en el foro del sitio de Internet Bradynet.com. Hasta ahora no ha sido respondida por ningún cibernauta, pero seguramente no demorará demasiado. Tras conocerse la propuesta del Gobierno para reestructurar la deuda, los inversores estallaron de bronca. Fastidio que se extiende a las distintas páginas web especializadas en finanzas, tanto locales como extranjeras. En todos los casos, en distintos idiomas, el planteo es similar: “¡¡Queremos cobrar!!”, reclaman los financistas. No importa cómo. Uno, bajo el apodo Santiago Morning, pidió, en inglés, que pague Diego Armando Maradona.
Muchos acreedores de la Argentina se conocieron navegando por la red. Algunos, incluso, se sindicalizaron. Pasó con los inversores alemanes. Ellos representan el 5 por ciento del total de acreedores. El IGA (www.ig-argentinien.org) está intentando reunir a los bonistas germanos. Su sitio de Internet permite el acceso en cuatro idiomas: alemán, italiano, inglés, y español. De paso, los dueños del portal se atreven a algunos negocios paralelos, alejados del mundo de las finanzas. Como, por ejemplo, vender jarrones de cerveza, oficiales de la IGA. El motivo de cada jarrón, según se cuenta en la promoción “limitada”, “es el águila alemana volando sobre el Congreso argentino con los ojos bien abiertos sobre las actividades políticas”. El precio es de 14,75 euros cada uno. La oferta aclara que si el comprador es un diputado argentino, deberá pagar por anticipado.
Los foros financieros en Internet nacieron junto con el boom de los títulos de deuda de los países emergentes. Comprar esos bonos se transformó, durante los años ‘90, en uno de los mejores negocios. Ganancias superlativas en poco tiempo, incomparables con los rendimientos de los activos de los países del Primer Mundo. Hasta que llegó el default de diciembre de 2001, y esos foros se reconvirtieron. Ahora funcionan como caja de resonancia de los lamentos y broncas de los inversores.
En Bradynet.com, un sitio con base en Miami, el foro estalló minutos después de la presentación de Roberto Lavagna en Dubai. Un ejemplo:
–Karl: “Esto (la propuesta de reestructuración) fue una tomada de pelo. Kirchner, metete la oferta en el ort...
–Anónimo: “Argentina es un país agresor y debe ser tratado como tal. Hay que mandarle los barcos”.
Las amenazas son variadas, y pueden ser agrupadas por temas:
- Juicios
–Anselmo: “Hay un estudio (jurídico) muy importante que ya tiene presentadas varias demandas y cobra a resultados”.
–Tenedor de bonos argie: “¿Cómo hago para contactarme?”
–Bonista: “Debemos empezar ya mismo con los embargos. Luego, será demasiado tarde. Recuerden que el objetivo de esos muchachos es robar lo máximo posible mientras estén en el gobierno”.
–Tenedor de bonos argie: “Pensar que con nuestro dinero estamos manteniendo un Estado que cada día necesita más para mantener sus gastos”.
–Anselmo: “Si no pagan toda la deuda, además de los juicios, no habrá más inversiones. Recibieron el dinero y deben devolverlo en su totalidad. La Argentina debe averiguar qué se hizo con ese dinero y castigar a los corruptos. No deben defraudar a sus acreedores, quienes confiamos los ahorros en ese país”.
–Charrúa: “Hay un problema: los argies no muestran ningún sentido de la responsabilidad”.
- Viaje de Kirchner a Nueva York, a la asamblea de la ONU
–Cynthia: “¿Por qué no darle a Kirchner una ‘AGRADABLE’ bienvenida? Estará el jueves a las 18.30 en el Consulado argentino”.
- Renegociación
–Escorpio: “¡Hola compañeros de infortunio y de lucha! Sin presión internacional nada pasará. Hay que embargar a la Argentina y bloquearla hasta que pague!”
–BigMac: “Es cierto. El gobierno argentino no pagará y utilizará el dinero para seguir haciendo populismo”.
En el sitio de los alemanes de IGA no existe un foro. Para asociarse debe abonarse una única cuota de 430 euros. La ventaja: sumarse al bloque que llevó el default argentino a los tribunales. También se contestan “preguntas frecuentes”. En todas se encargan de justificar la “inversión” para entrar a la IGA. “El que no se organiza corre el riesgo de adoptar decisiones equivocadas por falta de conocimiento y ser engañado”, aconseja la IGA, cuyo presidente es Stefan Engelberger.
- Menem, Kirchner y Perón
–Anónimo: “Perón, Menem, Kirjner (sic), the same thing (la misma cosa)”.
–Newie: “No entiendo cómo podés hablar mal de Menem: siempre pagó la deuda y en la campaña 2003 estuvo de acuerdo con honrarla al 100 por ciento. Menem es liberal. Kirchner es un pseudo zurdo. ¡Y es un ladrón!”.
–Argentino: “Los argentinos tenemos el gobierno que elegimos. Kirchner representa a la clase media. Tiene sus mismos pensamientos: son ladrones, ignorantes y no sirven para nada”.
–Sertecno: “Estuve en Argentina y vi la vergüenza de la visita de Chávez y cómo lo recibieron. Son los peores del mundo y merecen morirse de hambre, que se joroben”.
–Anónimo: “Estoy totalmente de acuerdo contigo”.
Los bonistas italianos, se calcula que son medio millón, tienen en el “Comitato Creditori Argentina” a una de las asociaciones más mediática. Su presidente, Mauro Sandri, resultó uno de los más escandalizados con la propuesta de Economía para la deuda. Desde su sitio en Internet (www.creditoriargentina.it) advierte que, a fin de mes, llevará ante la Justicia tres nuevos casos de inversores perjudicados por el default.
- ¡¡Cruz Diablo!!
–Spartacus: “¿Alguien sabe cuál sería el mejor bono para comprar? Me dijeron que podría hacer un buen negocio en el corto plazo...”
–Batibond: “No compres bonos argentinos. Es el mejor consejo. Es un país sumido en la ilegalidad total. Y no especulen con las quitas, no les hagan el juego a los políticos ladrones”.
Además de intercambiar impresiones y consejos, los foristas se pasan datos sobre los estudios jurídicos especializados en deudas impagas: Mayer, Brown & Rowe y Weil, Gotshal & Manges (que ganaron el juicio a Perú por el default) son los más recomendados, ambos de Nueva York. Nada de autocrítica. Ninguna mención al riesgo que asumieron al invertir en bonos de una economía que colapsaba, y que por eso ofrecían rendimientos tan atractivos. Los financistas mascullan el odio. En varios idiomas.