El 21 de marzo de 2006, hace ya nueve años, el entonces presidente Néstor Kirchner tomó una decisión trascendental para millones de argentinos que viven en el Area Metropolitana de Buenos Aires: tomar el control de la empresa proveedora del servicio de agua potable y cloacas de la región, para llevar el servicio a millones de argentinos. Nacía AySA; Agua y Saneamientos Argentinos, una empresa nacional, una privada de capital mayoritariamente estatal, que es orgullo de todos los argentinos.

Esta decisión política del presidente Kirchner generó una bisagra que vino a corregir las asimetrías y desigualdades generadas por el paradigma neoliberal imperante por tres décadas en el país. Para nuestro gobierno, el agua potable y el saneamiento cloacal son derechos humanos básicos que debe garantizar el Estado. El saneamiento no es una mercancía, no puede ser un servicio para unos pocos, por el contrario, es un derecho y es una herramienta fundamental de la política de salud, tan importante como el sistema hospitalario y las vacunas. El dicho popular dice que es “preferible prevenir que curar” y esto es lo que estamos haciendo al universalizar el servicio de agua y cloacas.

El impacto que están teniendo las obras es más que elocuente. En Capital Federal y los 17 municipios originales de la concesión ya incorporamos al servicio a más de 2,4 millones de personas desde el 2006 a la fecha. Y en materia de cloacas se suman dos millones de personas más. En la zona de concesión ya tienen agua potable por red casi 10 millones de personas y 7,5 millones tienen cloacas. Este crecimiento del servicio fue uno de los componentes que explican la fuerte baja de la mortalidad infantil en la región durante nuestro gobierno. Entre 2003 y 2013 la mortalidad infantil bajó sustancialmente, por ejemplo en San Martín (52 por ciento), Ezeiza (51 por ciento), Morón (51 por ciento), Avellaneda (49 por ciento), Esteban Echeverría (45 por ciento), Almirante Brown (45 por ciento), San Fernando (45 por ciento), Tigre (35 por ciento), La Matanza (33 por ciento) entre otros. Naturalmente, no es un logro aislado de las obras sino parte de una política integral de salud como el plan de vacunas, la creación de empleo, la Asignación Universal y los planes de vivienda entre otros. Nos sentimos orgullosos de lo que estamos haciendo en AySA desde hace nueve años, una política que ha sido el puntapié inicial de una inversión nacional en todo el país, que permite llevar el servicio de agua potable y cloacas a 9 millones de compatriotas. Como nos pide la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, estamos comprometidos con los 40 millones de argentinos, pero especialmente con los más humildes.

* Secretario de Obras Públicas de la Nación.