ECONOMíA
› RECHAZAN LA OFERTA EN ALEMANIA
Ni para empezar a hablar
Los acreedores alemanes dicen que la propuesta oficial de quita del 75 por ciento en el capital de la deuda no suena seria ni siquiera para empezar a negociar. Pero, a diferencia de los norteamericanos e italianos, no amenazan al gobierno con denuncias judiciales y hasta comprenden la necesidad del presidente Kirchner de no ceder ante los inversores extranjeros para fortalecer su posición política interna.
“Estamos a la espera de las conclusiones de las conversaciones que mantiene el secretario de Finanzas argentino, Guillermo Nielsen, en Alemania y otros países antes de pronunciarnos definitivamente”, dijo Knut Hansen, portavoz de ABRA (sigla en inglés de “Argentine Bonds Restructuring Agency”), grupo de 21 bancos europeos, encabezado por el Hypo-Vereinsbank de Munich, que reúne a poseedores de bonos por más de 1200 millones de euros.
Según Hansen, “el 75 por ciento de quita que mencionó Argentina en la reunión de Dubai es una verdad a medias, porque ese porcentaje se aplica sobre la base de la deuda a fines de 2001”. “Si uno adiciona lo que no se ha pagado desde entonces por el servicio de la deuda, y que Argentina no quiere reconocer, entonces llegamos a una quita real que está por encima del 80 por ciento, y esto es totalmente inaceptable, no es una base de negociación“, aseguró el portavoz.
Ayer, Nielsen dialogó a puertas cerradas en Francfort con el grupo consultivo que integran el Deutsche Bank, el banco comercial más importante de Alemania, y el DZ Bank, que reúne a los ahorristas de las cooperativas agrarias Raiffeisen. Las conversaciones, a las que no tuvo acceso la prensa, tuvieron lugar en la sede del banco francés Lazard Frères, designado por el gobierno como “asesor” en el proceso de renegociación.
“La gente no está esperando que le paguen todo el capital invertido y todos los intereses anteriores”, dijo, por su parte, Mauro Toldo, analista del DZ Bank. “Lo que están esperando es que les hagan una oferta que ellos (los acreedores) consideren justa. Una quita máxima del 50 por ciento sería una oferta justa que Argentina estaría en capacidad de pagar”, agregó.
Por otro lado, expertos de los principales bancos privados alemanes coincidieron en afirmar que la política interna argentina está “dictando el guión de estas negociaciones”. El presidente Kirchner “no va a hacer nada que pueda poner en peligro su objetivo de consolidar el poder”, reconocen.