Desde Brasilia

Durante la 48ª cumbre del Mercosur que se realizó en Brasilia, el gobierno argentino recibió el respaldo de los países del bloque a sus principales batallas en foros internacionales. Como informó ayer Página/12, el documento final aprobado por los presidentes acompaña el reclamo del país sobre las islas Malvinas y condena a los fondos buitre. En el primer asunto, el bloque recuerda que “la legitimidad de los derechos de la República Argentina en la disputa de soberanía” es ya un tema de interés regional. Además, durante el encuentro de Itamaraty se realizó una Declaración Especial sobre exploración de hidrocarburos en la plataforma continental argentina en proximidad de las islas. En relación a los buitres, el bloque no sólo repudió la especulación que pone en riesgo la estabilidad de los países, sino que se comprometió a impulsar este año la aprobación por parte de la Asamblea General de la ONU de “una serie de principios básicos que deben seguirse en reestructuracion de deuda soberana”.

En la delegación argentina señalaban que este documento fue firmado no sólo por los países miembros del bloque: Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Venezuela y ahora Boliva, sino también por los estados asociados, que son Chile, Ecuador, Perú, Colombia, Guyana y Surinam. El Mercosur respaldó así el trabajo que se está realizando en Naciones Unidas por impulso de Argentina para consensuar una herramienta internacional que proteja a los países de los fondos especulativos y además instó a que este año se vean avances concretos en ese sentido. El bloque dijo que “considera muy positivo el trabajo que se desarrolla en el Comité Especial de las Naciones Unidas para la Reestructuración de la Deuda Soberana con el fin de establecer un marco jurídico multilateral para el proceso de reestructuración, y expresó su compromiso conjunto para impulsar este año como resultados concretos iniciales consistentes con el mandato de la Resolución, la aprobación por la Asamblea General de las Naciones Unidas de una serie de principios básicos que deben seguirse en la reestructuración la deuda soberana y que apuntan a poner límites a los fondos de capital de riesgo (holdouts)”. También reiteró “su absoluto rechazo a las solicitudes de un grupo minoritario de tenedores de bonos no reestructurada la deuda soberana de Argentina, cuyo accionar dificulta la obtención de acuerdos definitivos entre deudores y acreedores y socava la estabilidad financiera de los países”.

Durante su discurso en la cumbre de Brasilia, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner recordó, como también figura en el documento que firmaron todos los presidentes, que se cumple 40 años de la Operación Cóndor, que fue la coordinación de la represión por parte de las dictaduras del Cono Sur durante la década del ’70 y se preguntó si no existe ahora una nueva operación, más sutil, sin intervención de las Fuerzas Armadas, vinculadas con los fondos buitre. “Dos aves de rapiña”, señaló.

CFK también llamó a privilegiar la dimensión política del Mercosur. “En el mundo –señaló– los conflictos siguen siendo profundamente políticos, tienen que ver con el poder. La economía es un capítulo importante, pero la política sigue siendo fundamental”. Fue un llamado de atención a quienes ven el bloque solo como herramienta comercial. Las declaraciones de apoyo de los socios políticos y económicos tanto en relación a los holdouts como en la cuestión Malvinas están en línea con el objetivo de integración regional del gobierno argentino.

Sobre el reclamo hacia el Reino Unido, el Mercosur reiteró “su apoyo a los legítimos derechos de la República Argentina en la disputa de soberanía sobre la cuestión de las Islas Malvinas” y señaló que hay un interés regional en que el tema “alcance una solución lo más pronto posible de acuerdo con las resoluciones de las Naciones Unidas y las declaraciones de la Organización de los Estados Americanos, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el Mercosur y otros foros regionales y multilaterales”. Además, se acordó en que la próxima presidencia pro tempore, que corresponde a Paraguay, se haga una nueva gestión ante el Secretario General de las Naciones Unidas “para solicitarle que renueve sus esfuerzos en el cumplimiento de la misión de buenos oficios que que fue encargado por la Asamblea General a fin de reanudar las negociaciones encaminadas a encontrar una solución pacífica a la disputa”.

Además de las menciones del documento final de los presidentes, el bloque hizo una “declaración especial sobre exploración de hidrocarburos en la plataforma continental argentina en proximidad de las Islas Malvinas”. Allí se rechazó “la presencia de una plataforma semi sumergible en la plataforma continental argentina que realiza actividades de exploración hidrocarburífera no autorizadas por la República Argentina”.

El Gobierno argentino denunció incluso penalmente a empresas británicas y estadounidenses que están haciendo tareas de exploración en la islas o zona de influencia. A fines de junio, la jueza de Río Grande Lilian Hérraez ordenó un embargo por más de 156 millones de dólares, pero Londres desconoce la jurisdicción argentina.