“Les pido a los empresarios que no hablen de un atraso cambiario porque con eso joden a la gente”, señaló ayer el ministro de Economía, Axel Kicillof. Fue en respuesta a un seminario que realizó anteayer la Unión Industrial de Córdoba, donde algunos de los participantes advirtieron que existe un atraso del precio del dólar de hasta 30 por ciento. En relación con la delicada situación económica de Brasil y en general de las economías emergentes, Kicillof aclaró que “no pasa nada en Argentina que requiera un cambio drástico. Hay que ser prudentes y no tener sobrerreacciones que generen más problemas en plena época electoral. Queremos transmitirles tranquilidad a los argentinos”.

La recesión en Brasil, con devaluación del real, aumento de la inflación, deterioro de la actividad industrial y debilidad política de la administración de Dilma Rousseff, encendió las señales de alerta del gobierno nacional desde hace varios meses. La consecuencia más visible para la economía local es la fuerte caída de las exportaciones de productos industriales al país vecino, en especial los automóviles. A esa situación se sumó en los últimos días el desplome de la Bolsa de Valores en China, otra de las economías que mayor peso tiene en las ventas argentinas al exterior. Si bien la economía asiática continúa en un sendero de crecimiento, el ritmo de avance no es el que mostraba años atrás, con tasas del 6 al 7 por ciento que en la década previa superaban el 10 por ciento. Ese cambio tuvo en parte impacto sobre los precios internacionales de los commodities.

“Venimos reaccionando desde el año pasado a los problemas de nuestros socios. Lo hicimos a partir del lanzamiento de varias medidas anticíclicas como los programas Ahora 12, Pro.cre.ar, Precios Cuidados y los estímulos a los pequeños productores agropecuarios, con mejores precios y devolución de retenciones. Prevenimos estas crisis y vamos manteniendo la estabilidad cambiaria para dar certeza a todo el mundo. No tiene sentido tomar otro tipo de medidas. No tenemos problemas de reservas ni de balanza comercial. Brasil está afectando el empleo y la Argentina no. Hemos tenido éxito, seguimos incentivando la actividad interna”, evaluó Kicillof.

Por otro lado, el funcionario y candidato a diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires se refirió a los movimientos de los últimos días en el mercado cambiario, que agitaron la idea de la inestabilidad. “Las corridas bancarias son un clásico en la Argentina en épocas de elecciones. A un banquero le conviene una corrida, pero a la mayoría de la gente no”.

“Esta política económica permitió que creciera mucho la clase media, que es la que consume masivamente. El hecho de que el gobierno nacional tenga puesto el ojo en la clase más vulnerable no quiere decir que nos queremos pelear con la clase media. Este es un gobierno que se ha caracterizado mucho por defender los intereses de los argentinos”, remarcó Kicillof. También criticó el concepto de “cepo cambiario” que se atribuye a las restricciones en el acceso a los dólares. Recordó que en el mes se acumulan ventas record por más de 600 millones de dólares para ahorro. En paralelo, el Gobierno a través del Banco Central concretó una suba de tasas de interés a los plazos fijo en pesos, para incentivar ese tipo de colocaciones en lugar del ahorro en divisas.

Kicillof garantizó el pago del vencimiento del Boden 2015 el próximo 3 de octubre por 6300 millones de dólares y adelantó que esa operación se realizará con divisas provenientes de las reservas del BCRA.