La actividad económica de Argentina crecerá 0,7 por ciento en 2015, mientras que el promedio de América del Sur marcará un retroceso de 0,4 por ciento, anotando la peor marca regional de los últimos seis años. Las cifras pertenecen a estimaciones de la Cepal que se difundieron ayer en el documento “Estudio Económico de América latina y el Caribe 2015: Desafíos para impulsar el ciclo de inversión con miras a reactivar el crecimiento”. El informe advierte que las economías regionales enfrentarán un complejo panorama externo por la desaceleración del intercambio comercial y la mayor volatilidad en el flujo de los capitales, en un mundo en el que países emergentes como China, que en los últimos años sostuvieron el crecimiento global, comienzan a registrar tensiones para mantener el dinamismo del mercado interno. La crisis de deuda griega, la caída de los precios de materias primas, el fortalecimiento del dólar y la posibilidad de un aumento en las tasas de interés de Estados Unidos son otros elementos centrales para explicar distorsiones que atravesará Latinoamérica.

El documento del organismo de Naciones Unidas presentó un análisis detallado de la coyuntura macroeconómica de la Argentina. Destacó la reactivación de la actividad en los primeros meses de 2015, en tanto que aseguró que existen fenómenos “exógenos” (no controlados por la política económica local) que afectarán la capacidad del mercado interno para consolidar la expansión. “El uso de un conjunto de medidas para elevar el nivel de reservas internacionales, incluido el canje de divisas con China (Swap), contribuyó a apaciguar las tensiones cambiarias durante el cuarto trimestre del año. A comienzos de 2015, el mercado cambiario se encontraba más calmo y se produjo un repunte en diferentes sectores de actividad”, marcó el informe. Agregó que “el año, no obstante, será de bajo crecimiento, en el que algunos factores positivos –la expectativa de un mejor comportamiento del consumo privado, derivado del probable aumento de los salarios reales, y la continuidad de la política fiscal expansiva– tenderán a quedar contrarrestados por elementos negativos: bajo nivel de actividad en el Brasil y precios internacionales desfavorables”.

La flojísima performance de la economía brasileña fue uno de los puntos destacados en el documento de la Cepal. Las estimaciones de la entidad son que en 2015 habrá una contracción del 1,5 por ciento, cuando había crecido al 0,1 por ciento en 2014 y al 2,7 por ciento en 2013. El anuncio de un programa de recortes de gasto público para este año fue un elemento central que explica las tensiones de la demanda agregada para el principal socio comercial de la Argentina. “El plan de ajuste fiscal que lanzó el Ministerio de Hacienda de Brasil apunta a recortar este año los gastos del sector público consolidado por alrededor de 1,3 punto del PBI”. Desde el organismo a cargo de Alicia Bárcena aseguraron que no fue la única economía de la región que decidió tomar medidas de austeridad ante “la caída del precio de los productos básicos de exportación, la merma de sus ingresos y el consecuente aumento del déficit”. Colombia anunció el recorte de gastos equivalente a 0,58 por ciento del PBI destinado a infraestructura y del 0,15 por ciento para erogaciones operativas, en tanto que México lanzó un programa de ajuste del 0,35 por ciento del PBI en el presupuesto destinado a Pemex (petrolera estatal mexicana), del 0,2 por ciento en gastos corrientes y del 0,1 en inversiones de capital.