El economista ultraortodoxo Jorge Avila salió al cruce de los ministros de Economía, Roberto Lavagna, y de Trabajo, Carlos Tomada, quienes lo sindicaron –junto a otros colegas– de ser uno de los ideólogos de las políticas neoliberales que desembocaron en la última crisis económica.
“Yo no hablé del Gobierno, ni me acordé de (Néstor) Kirchner, ni de los ministros, ni de la mala propuesta de la renegociación de la deuda”, dijo Avila en referencia al discurso que brindó en el 40 aniversario de FIEL la semana pasada, cuando junto a un grupo de economistas utraliberales manifestó reparos a la actual política económica.
A su vez, el economista del CEMA, think tank fundado por Roque Fernández y Carlos Rodríguez, insistió con que Argentina debe ingresar en el ALCA y dolarizar su economía.
El jueves, al participar de la conferencia de la UIA en Rosario, Tomada había identificado a Avila, a Pablo Guidotti (ex viceministro de Roque Fernández), a Daniel Artana (secretario de Hacienda de Ricardo López Murphy), a Miguel Angel Broda y al director de FIEL, Juan Luis Bour, como responsables de la crisis de la convertibilidad. Por la noche, el ministro de Trabajo repitió la acusación en Mar del Plata, en el coloquio de IDEA (ver aparte). Por su parte, Lavagna había formulado, también en Rosario, una advertencia similar: “Hay que evitar que nos den lecciones quienes nos llevaron al peor colapso de los últimos 100 años”, había dicho el ministro.
Al recordar sus palabras en el encuentro organizado por FIEL, Avila dijo que habló sólo “de historia y de la necesidad de supeditar la Constitución argentina y las reglamentaciones económicas a acuerdos superiores con potencias extranjeras”. Para el economista del CEMA “el ALCA es necesario para lograr un boom exportador que, definitivamente, no puede generar el Mercosur porque es un acuerdo con una potencia cerrada, chiquita e inestable como Brasil”. “Claro, esto puede ser repulsivo para ellos (en referencia a las autoridades nacionales), pero de ninguna manera es causante del desquicio económico de la Alianza”, disparó.
Por otro lado, Avila no dudó en defender un nuevo esquema de dolarización. “La fórmula completa del éxito es entrar al ALCA, que los ahorros de la gente se queden tranquilos con una banca off-shore y darle a la economía una moneda absolutamente indevaluable como el dólar”, sugirió.
A la hora de criticar el proceso de renegociación de la deuda, el economista recurrió a un discurso similar al de los representantes de los propios acreedores. “Se está ofreciendo nada; el Gobierno quiere ganarles (a los acreedores externos) por cansancio”, afirmó.
“Ahora ofrece un 75 por ciento de quita, el año que viene les va a ofrecer una quita del 80 por ciento, le van a volver a decir que no, y el año siguiente les van a proponer otra quita del 90 por ciento. Hasta que le respondan, bueno, dame 10 dólares. Pero eso no es resolver un problema, sino ganarse un enemigo”, advirtió Avila.