ECONOMíA › LA DENUNCIA DE LA PROCELAC CONTRA EL GRUPO ETCHEVEHERE POR VACIAMIENTO Y DEFRAUDACIóN
Operaciones simuladas y transferencias de inmuebles que habrían beneficiado al titular de la Sociedad Rural, Miguel Etchevehere, en perjuicio de la sociedad propietaria de El Diario de Paraná.
› Por Sebastián Premici
La denuncia de la Procuraduría contra la Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) contra el Grupo Etchevehere por el delito de evasión tributaria se sostiene sobre tres pilares. El primero es que el grupo económico se autotransfirió siete inmuebles con el objetivo de “vaciar” la empresa SAER, editora de El Diario de Paraná, en una maniobra calificada por la Procelac como “defraudación”. El segundo es que estos inmuebles fueron escriturados a nombre de la empresa Construcciones del Paraná, una sociedad creada poco antes de concretar la operación, “sin capacidad económica” para justificar esa adquisición. El tercero es que para justificar esa “autocompra” requirió una serie de “ayudas económicas” provenientes de la Asociación Mutual Unión Solidaria (AMUS) por 4,5 millones de pesos.
“Lo que aquí interesa indagar es acerca de las posibles consecuencias tributarias que emergen lógicamente de la simulación de los contratos investigados como así también si las simulaciones podrían haber generado en cabeza de los integrantes del Grupo Etchevehere obligaciones tributarias no ingresadas al fisco”, sostuvo la denuncia del organismo que conduce Carlos Gonella.
Los hechos descriptos por la Procelac involucran al presidente de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere; sus dos hermanos, Juan Diego (presidente de la Fundación Pensar de Entre Ríos) y Arturo Sebastián (directivo de Adepa), y la madre de éstos, Leonor Barbero Marcial. Todos ellos son accionistas de la empresa Las Margaritas SA. También ocuparon un rol central el contador del Grupo Etchevehere, Guillermo Budasoff, y el estudio de abogados conducido por Carlos Emilio Moro, de la ciudad de Paraná. Página/12 accedió a una serie de correos electrónicos fechados entre julio de 2011 y junio de 2013 a partir de los cuales puede apreciarse la planificación llevada adelante por los denunciados. Los hechos narrados en estas comunicaciones pueden leerse en paralelo a la denuncia formulada por la Procelac.
- Construcciones del Paraná. Según datos de la AFIP, el contrato social de la empresa Construcciones del Paraná fue suscrito en octubre de 2011. Sin embargo, la empresa, cuyos accionistas son Luis Miguel Etchevehere, sus hermanos y la madre de éstos, no registraba movimientos comerciales al momento de la denuncia efectuada por la Procelac. En una primera comunicación del 27 de julio de 2011, el contador Guillermo Budasoff les manifestó a Leonor Barbero Marcial y Juan Diego Etchevehere que dentro de sus honorarios ya deberían empezar a incluir a la nueva sociedad anónima. Todavía faltaban algunos meses para concretar la autocompra de inmuebles.
En la asamblea del directorio de la empresa SAER (editora de El Diario de Paraná) realizada el 20 de marzo de 2012, el Grupo Etchevehere, junto al grupo mayoritario NEA Capital Creativo, decidieron la transferencia de los siete inmuebles por 4,5 millones de pesos hacia Construcciones del Paraná. La operación terminó de concretarse en septiembre de aquel año, luego de recibir las ayudas económicas de AMUS.
El 1º de agosto de 2012, Budasoff le envío otra comunicación a Juan Diego y Leonor Barbero, con el asunto “Cosas a tener en cuenta”: “Fecha de asambleas, deberían ser posteriores a la constitución, obtención de CUIT de la sociedad que va a comprar los inmuebles. Y aún no tiene CUIT”.
Un mes después, el 4 de septiembre de 2012, a pocos días de concretar toda la maniobra, el contador volvió a insistir con Juan Diego Etchevehere. “Adjunto constancia de AFIP (de Construcciones), falta dar de alta en Ingresos Brutos.” La Procelac entendió que dicha empresa nunca podría haber justificado la adquisición de siete inmuebles por 4,5 millones de pesos. “Construcciones del Paraná no se encontraba dotada de una capacidad económica suficiente para afrontar la adquisición de los inmuebles”, indicó la dependencia del Ministerio Público Fiscal.
- Vaciamiento de SAER (El Diario de Paraná). La Procelac sostuvo que el “vaciamiento económico y patrimonial de SAER” derivó en un “incremento patrimonial injustificado” por parte del Grupo Etchevehere, al “comprar” los inmuebles a través de una empresa en apariencia insolvente al momento de la operación. Pero la liquidación de los inmuebles que estaban patrimonializados en SAER no comenzó en la asamblea de directorio de marzo de 2012 o en septiembre del mismo año, que fue cuando se realizó la autoventa. Sino que desde el inicio de la relación con los accionistas mayoritario del diario, el grupo NEA Capital Creativo SA, el objetivo sería el “vaciamiento”.
El 24 de abril de 2012, el presidente de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere, le envío un correo electrónico a su abogado Carlos Moro. “Aquí van los borradores de actas que te mencionamos. Quisiéramos saber si están correctas desde el punto de vista jurídico y que su aplicación no genere efectos negativos a los socios”, escribió el hermano mayor de los Etchevehere. Esas actas mencionaban un acuerdo del 19 de agosto de 2010 con NEA Capital Creativo para distribuirse una serie de inmuebles. La respuesta de Moro no tardó en llegar.
“Respecto del acta de entendimiento que –sin nuestro consentimiento– firmaron en 2010 por la que acuerdan ‘vaciar’ la sociedad, no deberían firmar otra diciendo que ya está cumplido el objeto (vaciarla) de aquella, en el mejor de los casos le podrían hacer una addenda en el mismo texto diciendo que la dejan sin efecto ni valor alguno, porque una cosa es repartirse el patrimonio –lo que hicieron– y otra dar en pago de legítimas acreencias –lo que harían– sin afectar el giro de la empresa.” Es el propio abogado de los Etchevehere quien introdujo el concepto de “vaciamiento”. El titular de la SRA no dudó de la respuesta y retransmitió el mensaje a sus hermanos y el resto de los socios dentro de SAER.
- Evitar a la AFIP. Hasta ese momento, el “vaciamiento” de la sociedad no había levantado sospechas de ninguna dependencia gubernamental, ya que se había mantenido entre partes privadas. Sin embargo, para lograr el último paso, es decir, la transferencia de siete inmuebles a Construcciones del Paraná, una sociedad anónima sin capacidad económica para erogar de un día para el otro 4,5 millones de pesos, los Etchevehere recurrieron a la mutual AMUS como prestamista.
La mutual ya era acreedora de SAER. Los Etchevehere tenían que cancelar un pasivo del diario con dicha empresa. Pero como decían no tener efectivo, recurrieron a la misma mutual para recibir una ayuda económica. Los mutuos se realizaron a nombre de Construcciones del Paraná, pero el dinero fue al diario. La maniobra le sirvió al grupo económico denunciado para justificar la autocompra de los inmuebles. Así lo entendió la Procelac y el fiscal federal Mario Osvaldo Silva al momento de impulsar la denuncia en el juzgado Federal de Paraná. Pero también fue un reconocimiento del propio contador del Grupo Etchevehere, Guillermo Budasoff, en una comunicación del 4 de agosto de 2012, bajo el asunto “Consideraciones finales”.
“Creemos que son de vital importancia los siguientes ítems: Contratos de mutuo, que sean con firmas certificadas. El dinero de los mutuos se acredite en cuenta bancaria. Sí podríamos omitir el pago de cada cuota, haciéndolo con cheques. Balance, va a llamar la atención al fisco, el crecimiento abrupto del nacimiento de la sociedad al primer ejercicio. Por tal motivo es que insistimos en hacer todo en blanco. Si se cae el mutuo (como prueba documental para con la AFIP) hay que pagar el 35 de ganancias, el 21 de IVA, más intereses y multa (sobre el total de los mutuos 4,5M). Sin dejar de tener en cuenta que los montos generan una denuncia penal al caso.”
Una vez planteada la relevancia de esas ayudas económicas, Juan Diego Etchevehere recibió desde AMUS las instrucciones de cómo proceder para no levantar sospechas. Fue el 25 de agosto de 2012.
“Te resumo: 1) Haríamos un mutuo por cada escritura y un cheque por cada uno a nombre de la Sociedad (Construcciones del Paraná); 2) La Sociedad lo endosa a favor del Diario por la escritura de cada propiedad; 3) El diario entrega a los acreedores los cheques en cancelación de cada uno de los mutuos. Acá firmamos un recibo dando por cancelado cada mutuo y dejando constancia de los cheques que se entregaron; 4) Ustedes después hacen un acta en su SA donde aportan estos cheques, que los aplican a cancelar el mutuo con AMUS y nos devuelven el cheque”.
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