ECONOMíA › PUESTA EN MARCHA DE LA CENTRAL DE RIO TURBIO
La central termoeléctrica a carbón de Río Turbio superó ayer con éxito la prueba de sincronización y entregó por primera vez electricidad al Sistema Interconectado Nacional, informó el Ministerio de Planificación. La central generará 240 megavatios de energía a partir del carbón proveniente del yacimiento Río Turbio, aunque también podrá funcionar a gas natural. La inversión total para el desarrollo de la central asciende a los 700 millones de dólares.
Semanas atrás se concretó el primer fuego en la caldera y luego fue el turno del soplado de la caldera, una suerte de limpieza para corroborar el funcionamiento del sistema de vapor. Luego, tuvo lugar la activación de la primera turbina a modo de prueba. El test final fue la sincronización que se realizó ayer a las 8.30 y se extendió por una hora, durante la cual se generaron 22 megavatios utilizando una combinación de carbón y gasoil. Planificación advirtió que la mezcla de mineral y combustible “es el procedimiento habitual en este tipo de pruebas” y destacó que Siemens, proveedora de las turbinas, “evaluó satisfactoriamente el funcionamiento de la turbina a baja velocidad, a sobrevelocidad y sobreexcitación”. Durante los próximos 15 días se implementará la automatización de los procesos, como trabajo previo a la sincronización definitiva a la red nacional. Esas tareas son realizadas entre los técnicos de la Central junto a Siemens y a Forster Wheeler, fabricante de las calderas.
Como parte del proyecto de inversión, el Gobierno instrumentó un reacondicionamiento de las calderas de la central para que también puedan funcionar a gas natural. Eso suscitó versiones sobre supuestas dificultades de la empresa Yacimientos Carboníferos Río Turbio para efectivamente abastecer de carbón a la central. “El carbón tiene varios procesos desde que se extrae hasta que llega a la caldera, con cambios de composición, valor calórico y tamaño de sus partículas. La variación de cualquiera de estos componentes modifica la combustión de la caldera. Es aquí donde resulta esencial la provisión de gas, que hará más confiable y segura la operación. Todas las centrales que construimos desde el año 2003 funcionan en forma dual a los efectos de lograr seguridad en el abastecimiento”, explican fuentes de Planificación.
El consumo anual estimado de la usina es de 1,2 millón de toneladas de carbón. Cuanto más carbón local utilice, menos será la demanda de importaciones de combustible proveniente de gasoductos de Bolivia o por barco. Según fuentes oficiales, el yacimiento cuenta con reservas detectadas y probadas por 450 millones de toneladas. En la superficie hay acopiado carbón para los primeros seis meses de funcionamiento.
La central termoeléctrica de Santa Cruz fue desarrollada con la modalidad llave en mano por una unión transitoria de empresas conformada por Isolux, Ghesa Ingeniería y Tecnología, y Tecna Estudios y Proyectos de Ingeniería. La conexión eléctrica al sistema argentino de interconexión se realiza a través de una estación transformadora ubicada en la misma central, y el tendido de alta tensión desarrollado por el Gobierno, por el cual también se distribuirá la energía generada por las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic sobre el río Santa Cruz. Ese tendido permitió la conexión eléctrica del sur al resto del país. Cuando la central de Río Turbio esté en pleno funcionamiento aportará 240 megavatios de potencia.
La inversión pública incluyó también mejoras para la provisión de la materia prima, a través de maquinarias para extraer el carbón de uno de los nuevos frentes largos que se abrieron en el interior de la mina.
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