Los ministros de 34 países americanos que negociaban en Miami el alcance y la amplitud del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) terminaron el encuentro un día antes de lo esperado, argumentando que ya se había alcanzado el objetivo propuesto. En rigor, fue el paso obligado para evitar un nuevo fracaso como el sufrido por la Organización Mundial de Comercio en su reciente encuentro en Cancún, México. La reunión se realizó en medio de disturbios producidos entre los manifestantes antiglobalización y un impresionante dispositivo de seguridad montado en previsión de potenciales atentados. Sin embargo, aunque el encuentro duró un sólo día y no dos como estaba inicialmente previsto, se logró alcanzar los objetivos previstos de mínima sin llegar a la ruptura. Esto es, sentar las bases para la creación de un ALCA “realista”, que no es otra cosa que una sumatoria de acuerdos bilaterales entre Estados Unidos y cada país o bloque regional, abandonando o postergando el ambicioso proyecto original, planteado en 1994, de un área de libre comercio desde Alaska hasta Tierra del Fuego. El canciller argentino, Rafael Bielsa, y el ministro de Economía, Roberto Lavagna, no llegaron a viajar para entrar en la foto final.
La estrategia alternativa elegida consiste en derivar la discusión de los temas más ríspidos a la OMC y permitir distintos plazos de adaptación para cada país de acuerdo a sus necesidades. Asimismo se dará cabida en su seno a acuerdos bilaterales. En la conferencia de los ministros de los 34 países en que se anunció el fin anticipado de la reunión, Robert Zoellick, representante de comercio estadounidense, sostuvo que “el ALCA está avanzando de conceptos generales a realidades y oportunidades positivas, a una nueva etapa práctica”. El canciller brasileño, Celso Amorim, declaró que se iba de Miami “muy satisfecho” y que “hoy podemos demostrar que existe buena química” entre Brasil y Estados Unidos, agregó. Sobre el final abrupto del encuentro, Zoellick se limitó a decir que “terminamos el trabajo antes de lo previsto porque aprendimos la lección de la OMC en Cancún”. En otras palabras, fue preferible un acuerdo de mínima que un fracaso.
“Lo que hemos logrado es algo que ya tenemos escrito. Hay un punto a partir del cual tratar los temas agrícolas”, afirmó en la conferencia de prensa el canciller brasileño, Celso Amorim. “El tema agrícola es algo en lo que estamos negociando”, expresó por su parte Zoellick, quien agregó que “estamos comprometidos a reducir nuestros subsidios y también trabajar en lo que se refiere a acceso a mercados”, declaró buscando conformar a sus potenciales socios. La Declaración de Miami indica que los países intentarán “desarrollar obligaciones y derechos comunes y equilibrados aplicables a todos los países” y establece como fecha para llegar a un acuerdo sobre el punto de los accesos a los mercados a septiembre del 2004.
En tanto, miles de manifestantes antiglobalización se enfrentaron ayer con la policía de Miami, en el marco de una masiva marcha de protesta contra el ALCA. Los manifestantes realizaron una entusiasta y colorida marcha con cánticos, bailes y música en medio de un despliegue de 5000 policías jamás visto antes en Miami. Al atardecer, miembros de un grupo de manifestantes encendieron fogatas y trataron de levantar barricadas en la zona, pero fueron obligados a dispersarse por policías con bastones. La resistencia no se hizo presente en ese momento.
Si bien no se precisó el número de detenidos, se estima que habrían sido aproximadamente 100 personas. Minutos antes, la primera manifestación masiva contra el ALCA en Miami, organizada por sindicalistas estadounidenses, había terminado sin que se produjesen graves incidentes.
Los ministros de los 34 países del hemisferio que buscan poner en marcha el ALCA no fueron perturbados por los manifestantes, debido a que fueron contenidos por la policía a 10 cuadras de distancia.
No obstante, ante el acuerdo alcanzado entre los negociadores y la inminente posibilidad de que se desmadre la situación con los manifestantes antiglobalización, los ministros decidieron esta misma tarde dar por finalizada la cumbre, un día antes del cierre oficial.
Desde una perspectiva política, la reducción del alcance de la propuesta original fue la única posibilidad para evitar un seguro fracaso del proyecto, que en principio se proponía la apertura hemisférica para enero de 2005. La fórmula de compromiso fue dejar para tratar dentro de la OMC las demandas más críticas, tanto en materia agrícola como de las reglamentaciones antidumping, las que Estados Unidos utiliza como barreras paraarancelarias. Además también se derivaron a la entidad reguladora del comercio mundial las cuestiones reclamadas por Estados Unidos, como las compras gubernamentales, propiedad intelectual y el tratamiento de las inversiones. Lo único que quedará dentro del acuerdo hemisférico serán por ahora las manufacturas, pero también aquí continúan discutiéndose los tiempos de adaptación para el ingreso de los distintos países de acuerdo con el grado de maduración de sus economías.