El debate por la postura que debería asumir la Argentina en las negociaciones por el ALCA encontró a Néstor Kirchner y a Eduardo Duhalde en una misma frecuencia, mientras que los ex presidentes Raúl Alfonsín y Carlos Menem plantearon diferencias por izquierda y por derecha. “Vamos a avanzar en los temas que nos convenga, en los que no nos convenga no avanzaremos”, manifestó Kirchner, quien profundizó en la línea de tratar de enviar mensajes tranquilizadores, al afirmar que “no haremos nada que perjudique a la Argentina”. Duhalde sostuvo que el Gobierno debe participar de la negociación, pero teniendo en cuenta que el acuerdo comercial que impulsa Estados Unidos implica en la actualidad “más dificultades” que conveniencias.
Alfonsín fue todavía más crítico que Duhalde y manifestó que “el ALCA no nos va a favorecer”. En un artículo que el ex presidente publicó ayer en el diario Clarín, señaló que “Washington quiere que los países miembros del ALCA asuman compromisos diseñados a medida de sus propios intereses en temas muy diversos, como compras gubernamentales, inversiones, propiedad intelectual, medio ambiente y normas laborales ¡¡Nada menos!!”. La conclusión de Alfonsín fue que “si el resultado de la negociación no permite recibir contraprestaciones suficientes como para justificar los costos que representa el ALCA, nos queda el último recurso: poder decir que no, monosílabo que distingue a los pueblos libres respecto de los sometidos”.
Menem aprovechó que la prensa volvió a interesarse en él por el nacimiento de su hijo para opinar sobre diversos temas, y entre ellos el del ALCA. Después de comentar sobre su relación con Cecilia Bolocco, y con la misma profundidad, el ex presidente sostuvo que si él estuviera en el poder “ya hubiera firmado” la adhesión de Argentina al proyecto de unión hemisférica. “Es fundamental ese acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos; yo ya lo hubiese firmado si hubiese estado en la Presidencia”, afirmó. “El camino a seguir en este momento es el de Chile: un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y seguir trabajando en la medida de lo posible en el Mercosur. Eso favoreció enormemente a Chile, que está funcionando en forma espectacular”.
Kirchner planteó algo diferente: Argentina negociará “desde el bloque del Mercosur y en conjunto con Brasil” un eventual acuerdo comercial bilateral con Estados Unidos, en el esquema de “cuatro más uno”.
“Vamos a conversar con todos los que estén de acuerdo y también con los que no estén de acuerdo”, agregó el Presidente, marcando que su gobierno tiene una postura abierta para discutir distintas propuestas.
Duhalde, quien desde afuera del gobierno se siente con más libertad para opinar, admitió que no ve “muy cercana la posibilidad de integración de la Argentina en el ALCA”. “Si a nosotros no nos satisface el programa de disminución de los subsidios agrícolas de los países centrales, no veo cercana la posibilidad de integración”, indicó. Luego dijo que “hasta el momento ningún país del Mercosur dijo que sí al ALCA”. Para terminar, cuestionó que “para Estados Unidos hay una protección buena, que es la que hacen ellos en defensa de sus agricultores y ganaderos, y una protección mala, que es la que hacen otros países queriendo defender sus propias armas”.