El euro alcanzó ayer su valor record frente al dólar, al superar la paridad de 1,20 durante gran parte de la jornada para cerrar, en las principales plazas financieras internacionales, apenas por debajo de ese valor. Varias razones alimentaron el escepticismo respecto de la moneda norteamericana. Por un lado, el temor a nuevos ataques terroristas contra blancos de ese país. Por otro, la presunción de que el ritmo y la intensidad del crecimiento de la mayor economía del mundo, la estadounidense, se frenará en los próximos trimestres. En la interpretación de los operadores, esa desaceleración le pondrá una barrera a la entrada de inversiones extranjeras en Estados Unidos, necesarias para financiar el déficit en cuenta corriente de ese país. La mayor parte de los expertos en los centros financieros coincide en que el euro mantendrá la robustez en el corto plazo. Por otra parte, en el mercado de Francfort se escucharon críticas a las actitudes proteccionistas de Estados Unidos frente a la importación de distintos productos (acero y textiles, entre ellos). Esta actitud fue interpretada como una muestra de debilidad de la economía norteamericana.