El Banco Central finalmente cedió a las presiones del gremio de camioneros que conduce Hugo Moyano y suspendió la disposición que autorizaba a las entidades financieras a enviar los resúmenes de cuenta o de tarjeta de crédito a través de correo electrónico o home banking. Para intentar disimular el revés, la autoridad monetaria informó a través de un comunicado que la medida sigue vigente pero recién se comenzará a implementar a partir del año próximo y de manera gradual. Desde el sindicato de camioneros venía resistiendo el cambio porque aseguraban que ponía en riesgo la fuente de trabajo de unas 4000 personas. El viernes 5 de febrero los trabajadores realizaron una protesta y el secretario adjunto del gremio, Pablo Moyano, se reunió con las autoridades del organismo, pero se fue disconforme y amenazó con un paro de Correos y Transporte de Caudales. “Pedimos que suspendieran esta resolución por más de un año, pero este tipo tiene menos corazón que Pinocho”, aseguró ese día Moyano en referencia a Federico Sturzenegger, presidente del banco. Sin embargo, Sturzenegger terminó dando marcha atrás y archivó momentáneamente su iniciativa.

La entidad había informado a mediados de enero que la medida era para reducir el uso de papel. Sin embargo, se contempla la posibilidad de que se mantenga el envío en papel en el caso de que el cliente lo solicite expresamente, aunque asumiendo el costo del envío postal. De este modo, había quedado claro que el objetivo fundamental de la norma no era proteger el medio ambiente sino ayudar a los bancos a reducir sus gastos. Los gastos de correo eran los terceros en relevancia dentro de la estructura de costos de los bancos, detrás de personal y transporte de caudales. Por lo tanto, era de suponer que la medida afectaría numerosos puestos de trabajo, tal como finalmente quedó demostrado con la protesta de ayer realizada en la sede del Banco Central.

Cuando se conoció la resolución, el economista Matías Kulfas, ex gerente general del Banco Central, destacó en Twitter la importancia de avanzar hacia un mayor uso de medios electrónicos, pero preguntó si en el contexto actual de empleo privado estancado y empleo público en baja alguien había estimado cuántos puestos de trabajo se iban a perder. El vicepresidente del Banco Central, Lucas Llach, apeló a la ironía para responderle: “Cubramos con un toldo todo el territorio, así hay más trabajo en la industria textil y en las generadoras eléctricas”, aseguró. “Clara tu respuesta: nadie lo calculó”, le respondió Kulfas, quien se manifestó a favor de encarar el proceso en términos graduales para que haya chances de organizar reconversiones y opciones de desplazamiento en el mercado laboral. Finalmente, el Central adoptó la línea sugerida por el ex gerente general del organismo, aunque antes los trabajadores del gremio de camioneros tuvieron que convocar a una manifestación multitudinaria en la puerta del banco e incluso amenazar con un paro.

La medida impulsada por la conducción del Banco Central incluso había puesto en duda la presencia de Hugo Moyano en la cumbre que mantuvieron los jefes sindicales con Mauricio Macri la semana pasada. El dato había generado preocupación porque la intención de la Casa Rosada es tratar de no enfrentarse con el líder camionero de cara a las próximas negociaciones paritarias en medio un creciente proceso inflacionario. Finalmente Moyano asistió a la cita y Sturzenegger dio marcha atrás con la medida.