La nueva conducción del Banco de la Provincia de Buenos Aires lanzó ayer una fuerte señal de que fortalecerá su presencia en el sistema financiero. Jorge Sarghini, su flamante presidente, prometió que “se viene una etapa de expansión del crédito”. Según Sarghini, ese proceso beneficiará, en especial, a las pequeñas y medianas empresas. En este marco, el gobernador Felipe Solá anunció que se abrirán 200 nuevas sucursales en los próximos tres años.
Solá dejó en claro durante el acto de asunción del nuevo directorio que el banco saldrá a la ofensiva a prestarle al sector productivo. Roberto Lavagna, presente durante el evento por su cercanía política a Sarghini, se sintió reconfortado con esa decisión. Sin la presencia de crédito, la banca pública no podría tener un rol determinante para la recuperación de la economía. “Pretendemos una banca moderna, con centros de atención al público, ágiles y respaldados en la informatización para mejorar la relación con el cliente”, añadió Solá.
Sobre el futuro inmediato de la entidad, Sarghini explicó que “el contexto (de la economía) será propicio y estoy convencido de que se viene una etapa de expansión del crédito. Será necesario tener eficiencia, transparencia, solvencia y rentabilidad para que el banco sea un instrumento idóneo para la etapa que viene”.