La producción de autos anotó 34.174 unidades en febrero, con una caída del 25,1 por ciento respecto del mismo mes del año anterior, según lo difundió ayer Adefa, la entidad que agrupa a las terminales automotrices. En lo que va del año, la producción totalizó 51.959 vehículos, con un retroceso del 27,1 por ciento. Las dificultades para vender rodados al mercado brasileño, que atraviesa un ciclo recesivo con fuerte contracción del consumo interno, fueron un elemento central para explicar la floja performance del sector. Las automotrices despacharon 14.178 unidades el mes pasado, lo que implicó una merma del 41,5 por ciento en relación con febrero del 2015. La comercialización en el mercado local, según el informe de la entidad de fabricantes, sumó 52.593 vehículos, al incrementarse 19,3 por ciento.

“El comportamiento de las principales variables de la industria automotriz dan cuenta de la necesidad de redoblar los esfuerzos y el trabajo en conjunto con la cadena de valor y las autoridades para mejorar la competitividad de la industria automotriz y desarrollar nuevos mercados de exportación”, señaló Enrique Alemañy, presidente de Adefa. Los dificultades del sector, pese a los reclamos de referentes del sector como Cristiano Ratazzi, no cambiaron tras la megadevaluación aplicada por el Gobierno de Cambiemos.

El detalle de las exportaciones de las terminales automotrices locales precisó que se vendieron en lo que va del año 14.930 rodados a Brasil, cuando la cifra había sido de 24.035 unidades en el mismo período de 2015, lo que equivale a una baja del 37,8 por ciento. La economía brasileña se encuentra inmersa en un fuerte recesión, computando en 2015 una baja del PBI del 3,8 por ciento. México, Uruguay, Colombia, Europa y Chile fueron otros destinos que anotaron dificultades para sostener el nivel de exportaciones.

La producción de automóviles particulares sumó 7398 rodados en febrero, con una baja del 34,9 por ciento, mientras que se produjeron 6780 utilitarios, con una baja de 45,2 por ciento.