ECONOMíA › COMO INCIDIRA EL PLAN DE AJUSTE DE AEROLINEAS ARGENTINAS EN SU COMPETENCIA CON LAN EN RUTAS INTERNACIONALES
La eliminación de vuelos a Estados Unidos y Europa que estudia Aerolíneas coincide con el anuncio de LAN de nuevas rutas que unirán Rosario y Salta con Lima, punto de conexión con vuelos al Norte. Disputas entre Lopetegui (Jefatura, ex LAN) y Costantini (Aerolíneas).
› Por Raúl Dellatorre
El anuncio por parte de LAN sobre el inicio de vuelos –a través de su filial Perú– entre Lima y la ciudad de Salta a partir del 16 de junio, y entre Lima y Rosario a partir del 1º de julio, al mismo tiempo que Aerolíneas Argentinas encara una política de racionalización que implica el abandono de rutas y reducción de frecuencias de vuelo, ha generado una lógica preocupación en el sector. Quienes conocen el mercado aerocomercial advierten que, con estas noticias aparentemente independientes, lo que en realidad se va configurando es la cesión de una parte del negocio que explotaba la empresa de bandera nacional (Aerolíneas) en favor de una empresa extranjera (LAN), y no precisamente en rutas poco rentables. A corto plazo, señalan, se verá cómo los vuelos directos de Aerolíneas a Miami, Cancún o Punta Cana, perderán tráfico a manos del circuito que ofrece LAN a través de su “hub” (punto de conexión de vuelos) en Lima. “Lo presentan como un logro a favor del federalismo, pero las frecuencias que ofrecerá LAN, en verdad, van a reemplazar el circuito actual Salta-Buenos Aires-Miami o Rosario-Buenos Aires-Punta Cana que ofrece Aerolíneas, por el circuito Salta-Lima-Miami o Rosario-Lima-Punta Cana que ofrecerá LAN; habrá menos trabajo argentino, menos tráfico para la empresa local y una justificación para la reducción de la empresa, sin beneficios regionales: es la misma política de liberalización aerocomercial que ya sufrimos en los 90”, apuntó una fuente ligada a la gestión anterior de Aerolíneas.
Miembros de la conducción de Aerolíneas, encabezados por Isela Costantini (ex General Motors), mantuvieron en los últimos días dos reuniones consecutivas, la primera con los gremios aeronáuticos y la segunda con los cuadros gerenciales de la compañía, para explicar la situación de la empresa y algunos lineamientos de la actual gestión. Con similar argumento al utilizado por el presidente de la Nación, acusaron a la gestión anterior de no haber dejado registros ni documentación para construir un cuadro preciso de situación. Señalaron que, según sus propias proyecciones, se necesitarían 15 mil millones de pesos para conciliar deudas y que este año van a contar con un presupuesto reducido porque ya no dispondrán, “como la gestión anterior”, del dinero del Tesoro nacional cada vez que se necesite. A los gremios, la conducción le propuso trabajar en conjunto “para no tener que hacer un ajuste cruento” y que el requerimiento del Ejecutivo es tener “rentabilidad individual por escala”, lo cual fue interpretado como el eventual cierre de todo destino no rentable.
La respuesta de los gremios es que no iban a soportar reducción de dotación de personal ni abandono de rutas. En lo inmediato, la conducción de Aerolíneas anticipó que avanzará en un plan de retiros mediante un régimen de jubilación anticipada voluntaria, pero no dio garantías respecto de los otros reclamos.
El relato que recibieron gerentes y sindicalistas es, sin embargo, sólo una parte del plan de trabajo. En las últimas semanas, al tiempo que se conocía la decisión de Aerolíneas de eliminar los vuelos entre Comodoro Rivadavia y Río Gallegos (último tramo del “corredor petrolero” Mendoza-Neuquén-Comodoro-Gallegos), y de poner en revisión otros tramos “no rentables”, incluidos algunos destinos internacionales, el grupo LAN anunciaba sus nuevas rutas entre Lima y tres puntos del interior del país: Mendoza, Salta y Rosario, los dos últimos ya con fecha de inicio y frecuencias semanales. Salta contará con tres frecuencias semanales, y Rosario con cuatro. Avianca también dejó conocer su intención de volar entre Mendoza y Lima (punto de conexión de sus vuelos internacionales), mientras que COPA tiene en carpeta unir las ciudades de Rosario y Mendoza con el llamado “hub de las Américas”, la ciudad de Panamá, en vuelos directos.
No se trata, por supuesto, de que la demanda de vuelos por viajar a Perú de mendocinos y rosarinos justifiquen el interés. El destino final de esos pasajeros no será Lima, sino los centros turísticos o de negocios en el Hemisferio Norte para los cuales la capital peruana sirve de conexión. Allí es donde aparece el perjuicio, no declarado, hacia Aerolíneas Argentinas, que perdería tráfico hacia esos destinos finales. De hecho, como si se tratara de un hecho independiente, trascendió que la nueva conducción de Aerolíneas trabaja en un plan de racionalización que incluye la revisión y eventual abandono, o reducción de frecuencias, de las rutas Buenos Aires a Nueva York, Barcelona y Roma, y la que une Córdoba y Miami. Esta eventual decisión parte de la política de corte abrupto de aportes del Estado Nacional a Aerolíneas que le comunicó a la nueva administración de Aerolíneas la Jefatura de Gabinete. Concretamente, Gustavo Lopetegui. Esta definición intentó ser resistida por Costantini, quien esperaba aplicar una política más gradualista para ajustar el déficit de la compañía aérea, pero la decisión transmitida por el ex número uno de LAN Argentina a la ex número uno de GM dejó en llanta el plan de esta última.
El conocimiento del mercado, pero también la experiencia propia, indica que sólo una porción mínima de pasajeros que puedan viajar desde Rosario, Mendoza o Salta a Lima, tendrán como destino final dicha ciudad. LAN Perú ya había operado un vuelo entre Rosario y su “hub” de Lima en 2011, en el cual los pasajeros que viajaban con destino final en Perú no superaban el 23 por ciento y el turismo receptivo (de Perú a Argentina) era muy poco significativo. “El 90 por ciento de los pasajeros eran argentinos, y el 48 por ciento del total que usaron esa ruta, durante los pocos meses que se mantuvo activa, lo hicieron para viajar a Miami, Cancún o Punta Cana”, señaló una alta fuente del mercado a este diario, estadísticas en mano.
Con Aerolíneas ofreciendo el vuelo directo a esos destinos, y la conexión vía Buenos Aires a todo viajero del interior, los números a LAN no le cerraban. Pero lo que se presenta ahora como una necesidad financiera de equilibrio de parte de Aerolíneas, y una supuesta ventaja regional y en favor del federalismo ofrecida por los nuevos vuelos de LAN es, en otro sentido, la resolución de una competencia depredadora en el mercado aerocomercial a favor de la empresa extranjera por simple abandono de uno de los contrincantes.
La secuela será menos venta de pasajeros, menos ingresos, pérdida de carga de trabajo y personal sin funciones en Aerolíneas Argentinas. Pero de esto no se habló en la reunión que esta semana tuvieron los directivos con los gremios para exponerle sus planes.
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