ECONOMíA
› ELOGIOS DEL TITULAR DE TECHINT AL MINISTRO
El “gran trabajo de Roberto”
› Por David Cufré
Paolo Rocca, para referirse al ministro de Economía, lo llama por su primer nombre. “Roberto está haciendo un gran trabajo”, dijo ayer el presidente de Techint, el grupo económico más poderoso de la Argentina. Fue durante un seminario organizado por el holding para mostrar su trabajo con las pymes, al que acudieron medio millar de empresarios y el jefe del Palacio de Hacienda como invitado especial. “Roberto –si-guió Rocca– está conduciendo la economía con mucho pragmatismo y mucha firmeza.” El elogio es todavía más significativo si se tiene en cuenta que Techint le escapa a los pronunciamientos públicos, actitud que con Lavagna cambió de manera rotunda. “El mundo de la producción hoy tiene una oportunidad y Lavagna es una pieza clave en este proceso”, explicó a Página/12 las razones del apoyo otro alto directivo del grupo.
El jefe del Palacio de Hacienda respondió gentilezas destacando la labor de Techint con sus proveedores, a los que ayuda de distintas maneras en su desarrollo. Pero más allá del intercambio de flores, el ministro dio una serie de definiciones importantes. La primera fue que en marzo próximo el Gobierno presentará un proyecto de reforma a la ley de coparticipación, con intención de aprobarlo en los meses siguientes, tal como se comprometió con el FMI. “En el 2004 tenemos una tarea compleja que es la ley de coparticipación, que ya tiene un borrador terminado y esperamos presentarlo en marzo”, señaló Lavagna. Esa fue su respuesta a la pregunta de si su cartera prepara una reforma tributaria.
“Tiempo al tiempo”, agregó el ministro. “El primer paso es terminar la nueva ley de coparticipación, el segundo será hacer cambios impositivos”, completó, por lo que la esperada reforma tributaria que simplifique y haga más progresivo el sistema quedará postergada, con suerte, hasta fines del próximo año. En el corto plazo, el único cambio será la reducción del impuesto al cheque, compensado con un aumento del impuesto a los cigarrillos. Al respecto, Lavagna volvió a pedir a los empresarios que vayan a presionar al Congreso para que se apruebe esa modificación. “Las dos empresas tabacaleras están haciendo lobby (en contra) y casi tienen una carpa blanca en el Congreso. Es legítimo, pero la pregunta es adónde están quienes apoyan el cambio”, reflexionó. Ayer, el Senado convirtió en ley el gravamen al tabaco (ver aparte).
El seminario de Techint fue una buena ocasión para testear las expectativas de los empresarios respecto de la evolución de la economía en 2004. “El año pasado había una sensación de incertidumbre por el resultado electoral. No se sabía quién sería presidente ni qué pasaría con la política económica. Ahora las perspectivas son muy favorables e incluso Brasil, que este año fue una amenaza para algunos sectores, en 2004 puede convertirse en una oportunidad”, indicó Rocca. Su opinión resumió la visión general de los asistentes al encuentro.
Lavagna había hecho el mismo diagnóstico. La caída de las exportaciones a Brasil y el aumento de las importaciones desde allí tuvo un saldo comercial negativo de 900 millones de dólares en lo que va del año, que compensó la ganancia de 896 millones por el aumento del precio de la soja. El año que viene, afirmó, se mantendrá la ventaja de la soja, mientras que la relación comercial con Brasil se revertirá, transformándose en otro elemento de empuje a la producción. Un tercer factor que jugará a favor del crecimiento será, según el ministro, la recuperación del crédito. “El sistema financiero está sumamente líquido y necesita empezar a hacer negocios con el sector privado, porque se les acabó el trabajo fácil de prestarle al Estado”, consideró.
El auditorio del seminario de Techint estaba compuesto básicamente por empresarios pymes. Muchos le reprochan a Lavagna mantener la economía en piloto automático. El jefe de Hacienda dio una respuesta a esa acusación: “Hasta ahora tuvimos que hacer ordenamientos macro, que se resuelven con cinco personas alrededor de una mesa. Pero en 2004 necesitamos un ejército de personas resolviendo problemas micro. Les dije al secretario de Industria (Alberto Dumont) y a la presidenta del Banco Nación (Felisa Miceli) que ahora todo depende de ellos”, delegó.