El Gobierno les exigirá a los supermercados que publiquen diariamente una lista de 101 precios. El objetivo de la normativa, publicada ayer en el Boletín Oficial, es controlar en forma online las remarcaciones de las grandes tiendas de ventas minoristas, aunque la lista es limitada y no incluye productos frescos como carnes, frutas y verduras. Recién entrará a regir el 29 de abril, luego de cuatro meses durante los cuales las empresas aplicaron fuertes remarcaciones ante la pasividad oficial. El informe de las cadenas minoristas se publicará a través de medios digitales todos los días a las seis de la mañana y tendrá carácter de declaración jurada.

En la lista se deberá incluir el valor por unidad de medida cobrado en cada punto de venta (y el CUIT de los comercios). También se deberán notificar los precios unitarios para los productos con promoción de alcance general, es decir, los descuentos que se aplican sin importar los medios de pago, la fidelización del cliente o algún tipo de estrategia de segmentación de consumidores. Los supermercados podrán presentar además precios con descuentos para los artículos que se encuentran con promoción especial. Los comerciantes pequeños y medianos no estarán obligados a publicar la información.

La medida del Gobierno, que lleva el nombre de Sistema Electrónico de Publicidad de Precios Argentinos, es uno de los primeros anuncios que hace el equipo económico para intentar moderar las remarcaciones abusivas, que en los últimos cuatro meses llevaron a acumular un inflación de casi el 15 por ciento. Según las cifras del centro de estadísticas porteño, la inflación fue de 2,0 por ciento en noviembre, 3,9 en diciembre, 4,1 en enero y 4 por ciento en febrero.

Los supermercados estarán obligados a presentar diariamente los valores de 101 productos, mientras que la publicación de otros 276 artículos podrá hacerse en forma optativa. Entre los bienes que se deberán informar obligatoriamente figuran aceites, arroz, azúcar, condimentos, harinas, yerba, leche, fideos, pañales, agua, gaseosas, manteca, queso y yogur. Desodorantes, crema dental y protectores femeninos fueron algunos artículos de higiene personal. También recibieron prioridad bebidas alcohólicas como la cerveza y el fernet, lo que hace aún más llamativo que se hayan dejado afuera de la lista a productos de primera necesidad como la carne vacuna, el pollo, las verduras, las frutas y el pan fresco.

Los productos frescos que no se contemplaron para la lista obligatoria que comenzarán a publicar los supermercados a fines de abril fueron algunos de los artículos de consumo masivo que marcaron los mayores incrementos en los últimos meses y que generaron la mayor pérdida de poder adquisitivo para las familias. El centro de estadísticas porteño registró que la canasta básica de alimentos de un hogar tipo –dos adultos activos y dos hijos de entre 6 y 9 años– ascendió a 5594 pesos en febrero, con un alza del 4,4 por ciento respecto de enero y del 31,2 por ciento interanual. Los gastos del hogar en carnes sumaron 1712 pesos, cuando la cifra era de 1215 pesos en igual mes del año pasado, lo que equivale a un incremento del 40,9 por ciento, mientras que en frutas y verduras se emplearon 1480 pesos, contra 1100 del año pasado (34,5 por ciento). En el caso de los productos alimenticios incluidos en la nueva lista de precios exigida por el Gobierno, se registró que las bebidas demandaron un gasto de 137 pesos, contra 109, con suba del 26,5 por ciento; en aceites y grasas 110, contra 89 (23,1 por ciento); en leche y yogur 797, contra 649 (22,7) y en azúcar y otros dulces 104, contra 86 (21).

La no incorporación de la carne, las verduras y las frutas en el listado obligatorio de información de precios para las grandes tiendas de venta minoristas no es el único punto polémico de la medida. El anuncio de la normativa se hizo recién a mitad de marzo y la iniciativa entrará en vigencia a finales de abril. De esta manera dejan de considerarse las fuertes subas en los precios de artículos masivos computadas a partir de noviembre, cuando la devaluación de la moneda, con un ajuste del tipo de cambio del 60 por ciento, la quita de retenciones, la baja de los subsidios a la luz y el recorte de los programas de control de precios como Precios Cuidados potenciaron las tensiones inflacionarias de la economía. Los comercios recién tendrán obligación de publicar precios a diario una vez entrado el segundo trimestre, cuando el salto inicial del proceso inflacionario dejaría de observase y las remarcaciones mensuales podrían empezar a desacelerar, desde un piso alto de alrededor del cuatro por ciento.