Por Claudio Lozano *

De manera insólita el ministro de Economía reedita la vieja historia de los ministros Cavallo y Roque Fernández al intentar manipular los índices de desempleo y pobreza. Si bien dispone de una rigurosa medición del Indec que señala que para julio, agosto y septiembre la tasa de desempleo se ubica en torno del 16,3 con planes Jefas y Jefes y cerca del 22 por ciento sin planes, ha postergado su difusión presentando en sociedad un indicador del 14,3 por ciento que es un enjuague estadístico que no corresponde a medición alguna. Más allá de que existe una leve tendencia descendente en la tasa de desempleo, ésta mantiene niveles alarmantes y condiciona, por tanto, la evolución de los salarios y la calidad del empleo de los que están ocupados.
Sin estrategias específicas que pongan en el centro la cuestión del empleo y la distribución del ingreso, sin colocar como objetivo la necesidad de reindustrializar el país, la Argentina podrá crecer pero difícilmente resolver la situación que hoy exhibe donde más de un 50 por ciento de la población se encuentra en situación de pobreza.
Así las cosas, manteniéndonos en piloto automático y confiando en que la sola devaluación de la moneda proveerá un futuro venturoso, la tasa que hoy se ubica en el 22, al finalizar el mandato del actual gobierno será del 21,7 y en el 2013 de un 20,1. Más aún, tomando la proyección del ministro, el 14,3 que equivale al 19,6 sin computar los planes, se ubicaría en 18,9 a fines del 2006 y en 17,2 a final del 2013.
No se puede tapar el cielo con las manos. Hay que asumir los problemas y resolverlos.

* Diputado nacional.