El embajador de Estados Unidos, Noah Mamet, destacó ayer la rapidez con que el gobierno de Mauricio Macri acomodó la política económica e internacional en línea con los intereses de su país. En un encuentro del Consejo de las Américas que se realizó en Nueva York, el diplomático no ahorró elogios hacia los cambios implementados, entre los que destacó el levantamiento de las barreras comerciales, la “modernización” de Indec y la eliminación de los subsidios a la energía. “Aunque ni siquiera yo esperé que estas reformas ocurran tan rápido, acuerdo con el presidente (Barack) Obama en que ésta es una oportunidad real para nosotros, en Estados Unidos, para hacer todo lo que podamos para apoyar a la Argentina a medida que avanzan en este cambio de dirección”, sostuvo Mamet. “Tenemos muchas cosas en común y es un momento emocionante.”

Mamet fue designado a fines de 2014 como embajador estadounidense en el país. Desde su nominación ha sido criticado por ser parte de un grupo de embajadores nominados a través de contribuciones de sumas de seis cifras hacia la campaña de reelección (2012) del presidente Obama. Algunos donantes del Partido Demócrata se quejaron incluso de que aprovechó el trabajo de sus clientes para su propio beneficio político y manipuló su nominación a través de su relación personal con el jefe de campaña del presidente Obama, Jim Messina. El embajador no suele atender a la prensa en el país, pero la semana pasada accedió a hablar con un medio local sobre las cuentas offshore que involucran, entre otros, a la familia Macri. El funcionario consideró que “el mero hecho de tener una cuenta en el extranjero no es algo ilegal”.

En esta oportunidad sus declaraciones fueron durante un evento empresario en Nueva York, en el que destacó el “cambio dramático” de la política exterior argentina. Se presentó como “uno de los más optimistas” respecto de las reformas económicas que está implementando el macrismo e hizo especial hincapié en el acuerdo alcanzado por el gobierno con un grupo de fondos buitre para pagar en efectivo la totalidad del monto demandado, para lo cual el equipo económico tomará deuda por 12.500 millones de dólares. “Abrirá caminos para el financiamiento, para apoyar los planes de desarrollo argentino y ayudará a normalizar las relaciones con la comunidad financiera internacional”, dijo. “El gobierno estadounidense no es parte de la disputa pero continuamos considerando que está en el interés de todos dejar el tema atrás lo antes posible”, agregó el funcionario.

“Se está moviendo muy rápido”, sostuvo Mamet a modo de elogio para con el presidente Macri. El representante de la Casa Blanca en el país se refirió a los avances en la remoción de las barreras comerciales, algo sobre lo que los industriales locales pusieron el grito en el cielo por el perjuicio que puede generar en la actividad ante el ingreso irrestricto de productos importados a bajo precio. Este riesgo fue presentado por dirigentes de la Unión Industrial al ministro de Producción, Francisco Cabrera. Mamet también destacó la “modernización de la agencia de estadísticas nacionales”. Actualmente, el Gobierno mantiene un apagón estadístico y se están utilizando alternativamente índices provinciales para suplir la falencia de números oficiales.

Por último, hizo referencia a la eliminación de los subsidios a la energía en los últimos días. Esa quita derivó en un incremento para los usuarios del 600 por ciento en la factura de luz, más de 300 por ciento en la boleta de gas y en la duplicación de la tarifa de transporte. No obstante, Mamet consideró que el Gobierno tomó los recaudos necesarios para “proteger a los más vulnerables de la población”. Todas estas medidas fueron catalogadas por Mamet como necesarias “para corregir desbalances económicos y restaurar el crecimiento económico inclusivo y sostenible”. En materia energética, obvió los avances del país en combustibles no convencionales, donde la Argentina se ubica segunda en potencial después de Estados Unidos, y se focalizó en la matriz solar y eólica. “La Argentina tiene algo del mejor sol del mundo y algo del mejor viento en el mundo, y sólo tiene que aprovecharlo”, sostuvo el funcionario.

Mamet consideró que todavía hay mucho por hacer y el país tiene desafíos claros, pero se mostró optimista en que los cambios ocurridos hasta el momento permitirán el ingreso de inversiones. “Escucho día a día que estas compañías son optimistas sobre el futuro y que valoran los intentos del país de crear reglas transparentes y hacer de Argentina un lugar deseable para hacer negocios”, aseguró. “Estados Unidos no sólo quiere a una Argentina fuerte. Necesita de una Argentina fuerte. Mucha gente bromea con que se necesitan dos para bailar el tango, y ahora tenemos un socio en serio”, concluyó.