La AFIP clausuró ayer cuatro talleres textiles clandestinos, tres en la localidad bonaerense de Villa Celina y uno en la ciudad de Buenos Aires. En los operativos se encontraron 15 extranjeros sin papeles para trabajar en el país, de los cuales cinco directamente no poseían documentos. Parte de los trabajadores de estos talleres vivían con sus familias en estos establecimientos en condiciones de total precariedad. La entidad recaudadora realizó denuncias penales para que se investigue el caso por delito de reducción a la servidumbre y trata de personas. El organismo a cargo de Alberto Abad llevó adelante los allanamientos junto con Gendarmería y Policía Federal.

En los talleres se fabricaban camisetas de fútbol y se detectaron maniobras que configurarían el delito de “fraude marcario”, ya que utilizaban etiquetas de marca reconocida, sin probar la autorización que las habilite. La ropa se destinaba a la venta en la Feria de La Salada, en el sur del conurbano bonaerense. Desde la AFIP indicaron que los responsables de los establecimientos productivos intentaron esconder al personal no declarado, haciéndolos saltar sobre los techos y hasta ocultándolos en terrazas. El rubro textil es una de las actividades donde se registran los mayores niveles de informalidad laboral y precariedad de los trabajadores. El uso de los talleres clandestinos, donde los operarios no sólo no están declarados sino que trabajan con cargas horarias superiores a las establecidas por los convenios colectivos, es una de las estrategias claves del sector para moverse dentro de la economía informal.

La entidad recaudadora procedió a la clausura de los talleres, en los cuales cuatro de los dueños no estaban inscriptos como empleadores. La denuncia por incumplimiento se efectuó ente el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N 1 de Morón y ante el Juzgado Nacional en lo Penal Económico 7 de la Ciudad de Buenos Aires.