Felipe Solá quiere que el Banco Central levante el secreto bancario para conocer el estado de las cuentas de aquellos que tienen deudas con Rentas de la provincia de Buenos Aires. El planteo forma parte de la avanzada contra la evasión que la administración bonaerense quiere imprimir a su gestión. Una alta fuente de La Plata dijo a Página/12 que si los bancos se siguen resistiendo al pedido oficial, el gobernador enviará un proyecto de ley al Parlamento para lograr el objetivo de manera unilateral.
El pedido a Alfonso Prat Gay para que el Banco Central dé informaciones sobre las cuentas de los evasores corrió por cuenta del subsecretario de Ingresos Públicos bonaerense, Santiago Montoya. El argumento es que, a nivel nacional, la AFIP no se encuentra afectada por el secreto bancario y, por lo tanto, está habilitada a conocer en detalle la situación fiscal de los contribuyentes. Ahora, la gobernación bonaerense pretende las mismas facilidades que tiene la AFIP para investigar a los morosos de la provincia. “Cuando uno habla con las asociaciones bancarias sobre el tema, éstas argumentan que rige el secreto bancario. Entonces pediremos a la Nación que levante ese secreto en los bancos que operan en la provincia”, explicó Montoya. No obstante, el funcionario se mostró confiado en que Prat Gay dé el visto bueno para cursar la iniciativa.
El tema es muy sensible para la administración de Felipe Solá. Se estima que la mitad de los inscriptos a Ingresos Brutos, el principal gravamen de la provincia, se encuentran en mora. “Existen contribuyentes que realmente no pueden pagar, pero están mezclados con otros contribuyentes que sí lo pueden hacer, pero no lo hacen. Pero nosotros no podemos ver los bienes que tienen para exigir el cobro”, acotó el funcionario. De esta manera, explicitó que el fisco no actuaría de forma indiscriminada sino que pondría el ojo solamente en aquellos contribuyentes con capacidad para cumplir con los impuestos.
El problema que encontraron los funcionarios es que cuando se detecta a un moroso y se embarga su cuenta bancaria, hasta que sale la resolución judicial, el evasor tiene tiempo para abrir otras cuentas y transferir hacia allí sus fondos. Si no existiera el secreto bancario, el organismo bonaerense de control estaría al tanto de quién puede pagar los impuestos, pero no lo hace adrede.
Esta ofensiva fiscal no es la única. Solá envió a la Legislatura provincial varios proyectos sobre el tema. Una de las iniciativas pide autorización parlamentaria para embargar los sueldos de los gerentes que ganan entre 8000 y 10.000 pesos mensuales y que mantienen deudas con el fisco provincial. Un segundo proyecto refiere a la posibilidad de decomisar la mercadería de la cual no se pueda verificar las facturas. Otra de las apuestas oficiales pasa por agilizar los pagos. Por ese motivo se habilitó la chance de pagar los impuestos a través de Internet utilizando las distintas tarjetas de crédito y de débito.