ECONOMíA
› BUNGE NO SE MUDA A BUENOS AIRES
Una morriña a medias
Contra lo afirmado por un diario local ayer, la cerealera Bunge Argentina, heredera de Bunge & Born, no volverá a instalar su cuartel central en Buenos Aires. Aunque la histórica sede neogótica de 25 de Mayo esquina Lavalle está siendo remodelada, todo lo que sucederá cuando en los próximos meses concluyan los trabajos es que se concentrarán allí de nuevo las actuales sedes dispersas. El comando supremo de Bunge seguirá en White Plains, un suburbio neoyorquino, donde se instaló luego de una escala en Brasil.
La confusión se originó en una nota publicada anteayer por The New York Times, fechada en Buenos Aires y en base a la cual La Nación afirmó ayer que Bunge “muda sus oficinas centrales de EE.UU.” Lo sintomático es que ningún entendido creyó acá posible semejante decisión. Un ex B&B consultado por Página/12 puso de inmediato en duda que la cúpula profesional de la firma, integrada por estadounidenses, aceptara mudarse a Buenos Aires, incluyendo a las familias.
La única ventaja consistiría en el menor costo de mantener aquí una estructura administrativa, pero argumentos como el de la inseguridad anulan esas consideraciones, salvo para niveles inferiores. En la historia de esta empresa, fundada en 1884 y convertida con el tiempo en una de las pocas multinacionales de base argentina, pesan hechos como el secuestro de Jorge Born, para no mencionar la deplorable experiencia de su asunción de la conducción económica en la etapa inicial del menemismo.
Después de haber revertido su diversificación, Bunge está de nuevo concentrada en el negocio agrario, con ingresos brutos que superaron el año pasado los 14 mil millones de dólares, aprovechando el buen viento que sopla para las exportaciones cerealeras y oleaginosas, en particular de soja, que realiza desde Estados Unidos, Brasil y la Argentina. Como elocuente indicio de la importancia global ganada por Bunge, se menciona la incorporación a su directorio, el mes pasado, de Arminio Fraga, el altamente cotizado ex presidente del Banco Central de Brasil.
Según datos del Departamento de Agricultura norteamericano, Brasil es ya el máximo exportador mundial de soja y la producción sumada en ese país y en la Argentina supera este año a la estadounidense.