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Presupuesto discriminador mata federalismo

 Por Roberto Espinoza

El debate en torno a si la provincia de Chaco fue o no marginada del Presupuesto Nacional 2017 en la asignación de recursos destinada a obras públicas clave tiene entretenido a integrantes del ejecutivo y a dirigentes de la oposición chaqueña. Sin embargo, esto es tan solo una cuestión subyacente. El caprichoso reparto de fondos nacionales no coparticipables deja entrever un mal endémico del país: la ausencia de un real federalismo.

La mención de nuestra Carta Magna en su artículo primero es taxativa y no deja lugar a equívocos: el gobierno, además de Representativo y Republicano, es Federal, al estar basado en la división territorial del poder entre el gobierno nacional y los gobiernos provinciales, autónomos en el establecimiento de sus instituciones y de sus constituciones locales. Pero ¿puede una provincia gozar de esa autonomía si no tiene independencia económica?

“La distribución de recursos fiscales no se puede manejar al antojo del gobierno de turno (fondos no coparticipables), no es la manera como se construye federalismo. El camino para ese federalismo y de una verdadera democracia es repartir con equidad y justicia aquello que es de todos y que lleva a cada lugar para prosperidad y bienestar de los pueblos. Porque no deben existir ciudades de primera y de segunda, mucho menos ciudadanos que merezcan mejores o peores servicios según el lugar del país donde hayan nacido”.

La frase que antecede no pertenece al gobernador Domingo Peppo, ni a ningún integrante de su gabinete. Tampoco a Jorge Capitanich. Es de Angel Rozas, una de las voces fuertes de Cambiemos en el Senado. Fue hecha, claro está, en un contexto distinto al actual, apoyando al reclamo de gobernadores no kirchneristas que presionaban durante la gestión anterior a la Presidente CFK por el reparto de fondos. Hoy el ex gobernador del Chaco está en la vereda del oficialismo nacional, y como ocurre generalmente, las opiniones políticas sujetadas a intereses de coyuntura no resisten el archivo.

Chaco fue señalada desde la oposición por ser durante el kirchnerismo una de las provincias “bendecidas” con los fondos nacionales incesantes que llegaban “gracias a la Presidenta CFK”, como se lo escuchaba decir recurrentemente al gobernador Jorge Capitanich. Esta gracia se daba, esencialmente, por el alineamiento político que tenía el actual intendente de Resistencia con el kirchnerismo, como lo reconoció a Chaco Debate por Radio Provincia el diputado peronista Ricardo Sánchez. Ahora es el gobierno de Cambiemos el que usufructúa esa discrecionalidad en la repartija de fondos. El domingo pasado el diario La Nación difundía, sin ninguna lectura crítica, que de cara a las elecciones del año que viene el Gobierno de Mauricio Macri apostará a la obra pública, y ante ello prevé un fuerte aumento de fondos, “especialmente en los distritos propios”. Esta información consignaba que según se desprende del proyecto de presupuesto 2017, el oficialismo privilegiará a las provincias de su mismo signo político.

El Senador del PJ Eduardo Aguilar fue un poco más allá. “La prioridad para Cambiemos es direccionar las obras públicas hacia donde está el grueso del padrón electoral del país: Capital Federal, Gran Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza tienen entre el 75 a 78 por ciento del padrón del país. El hecho de que estas provincias sean gobernadas por propios o aliados del PRO no es una mera coincidencia”, especuló.

Chaco pasó de estar bendecida durante el gobierno anterior a discriminada ahora. Al menos eso se puede deducir cuando el gobernador Peppo difundió que el Presupuesto Nacional 2017 tiene para la provincia una menor asignación de recursos destinada la obra pública que en los dos últimos años. Desde el ejecutivo chaqueño enumeran que en el 2015 Chaco tuvo 9000 millones de pesos, en este 2016 se le asignaron 6000 millones de pesos, y para el Presupuesto 2017 tendría 4000 millones, es decir un 30 por ciento menos. “Hay obras importantes comprometidas, como la finalización del segundo acueducto para el que nos garantizaron 1600 millones, y no vemos esa plata en el presupuesto”, afirman. En la misma senda, el Secretario General de la Gobernación chaqueña, Horacio Rey, marcó que se están privilegiando las obras de los distritos centrales, y así el gobierno nacional tiene solamente un federalismo discursivo, “porque en los hechos no lo vemos”.

Los datos del INDEC en el segundo trimestre de este año mostraron que la pobreza en el país supera el 30 por ciento. La región más castigada es una vez más el NEA, en donde los ingresos del 40 por ciento de los habitantes del Noreste no superan la línea de pobreza –de cada diez habitantes, cuatro son pobres–. Sin embargo, paradojalmente, esta región es la menos favorecida por el gasto público nacional. Para probar esta disparidad basta con observar el gasto prefijado para el Presupuesto Nacional del año que viene, en donde el NEA tiene asignado per cápita 27.989 pesos. Mientras que a la Región Centro, compuesta por las provincias de mayor poder adquisitivo, se le asignó 44.991 pesos por habitante.

No obstante, el Coordinador Regional del Plan Belgrano, Víctor Zimmermann, afirmó sin ruborizarse que “Chaco es una prioridad para el gobierno del Presidente”, y como dato probatorio resaltó que dicho Plan tiene un Presupuesto inédito: 95 mil millones de pesos. Pero llamativamente esa cifra no figura en el Presupuesto 2017, como lo aseguró el Ministro de Hacienda del Chaco Cristian Ocampo. “En ninguna de las numerosas planillas del presupuesto se hace referencia al Plan Belgrano, y menos a semejante cifra”, dijo Ocampo. Y agregó que para el Norte argentino (entre inversión real directa y transferencias de capital netas del FFS (Fondo Federal Solidario) “solo figuran en el presupuesto 28.897,5 millones de pesos para la región más postergada del país, apenas el 30,4 por ciento de lo enunciado por el dirigente radical”.

La discusión sobre los fondos nacionales que plantean los gobernadores no alineados al macrismo no está centrada en la Coparticipación Federal, en donde el Ejecutivo está obligado por Ley a una transferencia automática. Los reparos giran alrededor de los Fondos No Coparticipables, que son transferencias no automáticas para compensar en cierta medida la pérdida de los saldos coparticipables, que sirven tanto para el pago de salarios de empleados públicos como para ejecución de obras públicas. Se trata de una medida que se aplica “a discreción” del Gobierno nacional y constantemente es utilizada para sacar réditos electorales. De este modo, las provincias están atadas a los caprichos del ejecutivo nacional de turno. Así las cosas, el gobierno Federal, que dice el artículo 1 de nuestra Constitución Nacional, es tan auténtico como el viaje del presidente Macri en el colectivo 520.

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El intendente de Resistencia, Jorge Capitanich, y el gobernador de Chaco, Domingo Peppo.
 
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